El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) ha elevado este lunes por encima del millar el número de docentes (93) y alumnos (949) de Ceuta que han sido diagnosticados como positivos de la COVID-19 y permanecen, por tanto, en aislamiento, situación en la que se encuentra otro medio millar de estudiantes como contactos estrechos de infectados ya confirmados.
Según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno, a pesar de ello solamente son dos las aulas completas que han sido puestas en cuarentena, una del CEIP Lope de Vega y otra del CEIP Santa Amelia.
Las autoridades educativas y sanitarias consultadas por El Faro han puesto de relieve que “los centros educativos siguen siendo espacios seguros, pues las cadenas de transmisión se concentran en círculos sociales y familiares”.
“Lo más importante en este momento es incentivar la vacunación, sobre todo de los niños con menor edad a partir de 5 años, que son los que menos se han inmunizado hasta ahora, y que los estudiantes con cualquier posible síntoma de la enfermedad del coronavirus [fiebre, tos, sensación de falta de aire, fatiga o diarrea] se abstengan de acudir a clase”, han remarcado.
Los contactos estrechos de un positivo no tienen que hacer cuarentena si están vacunados, aunque se recomienda que sean sometidos a dos pruebas de detección de la COVID-19: una al conocerse el contagio diagnosticado y otra alrededor de siete días después del último contacto con un caso confirmado.
En cualquier caso, los protocolos recomiendan que eviten el contacto con personas vulnerables, que no acudan a eventos multitudinarios, utilicen mascarilla quirúrgica en sus relaciones sociales, limiten sus contactos “a aquellos grupos con los que interaccionan habitualmente dentro del colegio”, y que se esté atento a la “posible aparición de síntomas compatibles” con la enfermedad.
La mascarilla sigue siendo obligatoria con carácter general en los centros escolares a partir de los seis años y los responsables del ámbito educativo consideran que la ventilación cruzada es la mejor forma de prevenir contagios, por encima de medios que se han ido descartando por los expertos como la adquisición de purificadores o medidores de CO2.