La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de Ceuta, a través del Centro Asesor de la Mujer, ha puesto en marcha la instalación de Puntos Violeta en diferentes espacios educativos y juveniles de la ciudad, con el objetivo de prevenir y sensibilizar sobre las violencia sexual entre la población más joven.
El primer punto se ha inaugurado en el Instituto de Educación Secundaria Abyla, donde la consejera del área, Nabila Benzina, presentó el programa y dialogó con el alumnado y el profesorado. La iniciativa se extenderá progresivamente durante los meses de octubre y noviembre a 26 espacios distintos, incluyendo institutos, centros de educación de adultos, la Universidad de Ceuta, bibliotecas y la Casa de la Juventud.
Con esta medida, el Gobierno de Ceuta busca ofrecer un entorno seguro e informativo para los jóvenes, así como recursos de atención, acompañamiento y derivación en caso de agresión sexual. El proyecto se enmarca dentro de las políticas de igualdad y prevención de la violencia de género impulsadas por la ciudad autónoma.

Espacios seguros para la juventud ceutí
Durante su intervención, Benzina subrayó la importancia de acercar los Puntos Violeta a los lugares donde los jóvenes estudian, conviven o disfrutan de su tiempo libre. “Queremos que estén presentes en todos los espacios donde se mueven los jóvenes: universidad, institutos, bibliotecas, Casa de la Juventud… en todos los sitios donde están ellos”, afirmó.
La consejera explicó que el objetivo principal de la campaña es prevenir las agresiones sexuales y enseñar a los jóvenes cómo actuar en caso de que ocurra una situación de este tipo. “Se trata de conocer los protocolos, saber cómo reaccionar y a qué recursos acudir, tanto si se sufre una agresión como si la presencia es cercana”, indicó.

Además, Benzina destacó la necesidad de concienciar sobre las formas respetuosas de relacionarse y de romper con conductas normalizadas que, sin ser percibidas como violentas, pueden derivar en situaciones de abuso. “Queremos dar herramientas para detectar comportamientos inadecuados y prevenirlos a tiempo”, añadió.
Educación, prevención y sensibilización
El programa, además de contar con personal especializado, incorpora dinámicas grupales adaptadas al público juvenil, que buscan implicar al alumnado de forma activa. “Todo se adapta al colectivo joven, con lenguaje cercano y ejemplos prácticos”, señaló la consejera.
En el IES Abyla, las sesiones están a cargo de educadoras sociales que trabajan directamente con el alumnado. Una de ellas, Alba Lorite, explicó que la reacción de los estudiantes suele ser de sorpresa y alivio, ya que muchos llegan pensando que los Puntos Violeta solo sirven “para cuando ocurre algo”. Sin embargo, el programa tiene un carácter principalmente preventivo y educativo.
“Les informamos de que somos un punto de información, sensibilización y acompañamiento, no solo de emergencia. Cuando lo entienden, se muestran más tranquilos y receptivos”, aseguró Lorite, destacando que el objetivo es romper mitos y fomentar la confianza en estos espacios.
Romper estigmas y mitos sobre la violencia sexual
Durante las actividades, las educadoras abordan temas clave como el consentimiento, la revictimización o los mitos sobre la violencia sexual. Lorite explicó que muchos alumnos se sorprenden al conocer que el 90% de los casos no se denuncian, un dato que suele provocar reflexión y debate. “Empiezan a entender que la violencia sexual no ocurre solo en la calle o de noche, sino también en entornos conocidos o incluso dentro del grupo de iguales”, señaló.
Otro de los objetivos es erradicar la culpabilización de las víctimas, una actitud que, según la educadora, “aún está muy arraigada en el ideario colectivo”. Ejemplos como “la minifalda” o la hora a la que ocurre una agresión siguen utilizándose para justificar la violencia, lo que refuerza la necesidad de educar desde la empatía y el respeto.
Las sesiones se desarrollan en un ambiente participativo, mediante juegos y dinámicas como un “crucegrama” en el que los alumnos descubren palabras relacionadas con la violencia sexual o el consentimiento, acompañadas de datos y reflexiones. “El consentimiento es el motor de esta lucha. No se trata solo de decir ‘sí’, sino de hacerlo porque queremos y porque nos sentimos bien”.
Un compromiso continuo con la igualdad
La consejera Nabila Benzina quiso remarcar que la instalación de los Puntos Violeta no es algo nuevo, sino una ampliación de un trabajo que se viene desarrollando desde hace varios años. “Cada año intentamos llegar a más puntos, especialmente a la población juvenil, que es la más expuesta a este tipo de agresiones”, apuntó.
Benzina destacó que el impacto de los Puntos Violeta es cada vez mayor, gracias al trabajo conjunto del personal técnico y a la respuesta positiva del alumnado. “Notamos un cambio. Hay más sensibilización, más conciencia y una mentalidad que poco a poco va evolucionando”, afirmó.
La consejera concluyó asegurando que la Ciudad seguirá apostando por la prevención y la educación en igualdad, ampliando los Puntos Violeta “a todos los lugares donde estén los jóvenes”. “Seguiremos trabajando hasta erradicar las conductas culturales normalizadas que perpetúan la violencia sexual. Ese es nuestro objetivo”, sentenció.







Paso de ganado,mirador de Beliones,las antenas,sta. Catalina,lugares donde suele acudir la juventud,por allí no se les ve a estas educadoras o al menos con los uniformes