El análisis de datos como clave para explorar el estado del entorno natural, de su flora y fauna. Esta es la labor que han llevado a cabo alumnos del Máster en Biología Avanzada de la Universidad de Sevilla en Ceuta para aprender a identificar hábitats y especies y saber en qué situación está el medio.
Las tareas se han desarrollado como parte de sus prácticas curriculares junto a profesores de otras facultades y miembros del Instituto de Estudios Ceutíes en el marco de la asignatura Gestión y Conservación de la Fauna Terrestre y Marina. Han llevado a cabo actividades de campo en los Espacios Protegidos de la ciudad.
Así, han mirado con otros ojos entornos conocidos en la ciudad como el arroyo del Calamocarro, el abrigo de Benzú, el monte de la Tortuga y el acantilado de Punta Almina.
Los estudiantes, acompañados de José Luis Ruiz, decano de la Sección de Ciencias del IEC, el doctor Juan M. Pleguezuelos y Fernando Ojeda, ambos integrantes de la entidad, han explorado estas zonas.
Han realizado observaciones sobre las especies locales y migratoria de los distintos espacios mencionados y sobre los propios hábitats. A su vez, los alumnos han aprendido a valerse de metodologías y a aplicarlas para analizar los entornos.
La recopilación de datos se ha dado en los acantilados de Punta Almina, donde se ha hecho un seguimiento de las poblaciones de molusco Patella ferruginea, un espécimen protegido.
La actividad, con la colaboración del centro de buceo Burbujas, también ha incluido inmersiones en el mar para ampliar la experiencia y conocimiento de los alumnos. Así, han conocido de primera mano cuáles son las especies marinas más relevantes del litoral de Ceuta.
Charla previa
Durante la primera jornada, la actividad ha contado con una clase teórica en la sede del Instituto de Estudios Ceutíes. Miguel Lizana, catedrático de Zoología de la Universidad de Salamanca y profesor invitado a las prácticas, ha desarrollado una ponencia.
Lizana ha mostrado casos reales dentro de proyectos activos a día de hoy que están vinculados a la conservación de entornos y fauna.
A su vez, ha querido enseñar a estos alumnos que no siempre un trabajo es acertado y que también puede cometer errores. El docente ha dado a conocer equivocaciones en investigaciones históricas y para ello, ha tomado como ejemplo enfermedades muy frecuentes en anfibios.
Enrique Ostalé, miembro de la Estación de Biología Marina del Estrecho, ha dado otra charla en la que ha expuesto la influencia de la geografía del Estrecho en la idiosincrasia de los hábitats que existen en torno a él. Asimismo, ha abordado las migraciones que pasan por este punto.