-
La empresa Marsave, adjudicataria del servicio de salvamento y socorrismo de las playas ceutíes, realizó un simulacro de rescate dentro de las actuaciones formativas que se llevan a cabo habitualmente
Un niño se lanza al agua desde el espigón de la playa del Chorrillo. De inmediato, los socorristas de la empresa Marsave se ponen en marcha para salvar su vida. El tiempo de respuesta es fundamental para que la intervención concluya con un final feliz.
Podría ser un suceso real, pero se trata de un simulacro del servicio de salvamento y socorrismo que presta esta empresa contratada previa licitación por la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad.
En este caso, se ha practicado cómo abordar el rescate de una persona que ha sufrido un traumatismo raquimedular. La persona que en ese momento se encarga de vigilar desde la torre de control da el aviso para que el rescate se ponga en marcha. Varios socorristas entran al agua en busca del pequeño, mientras uno de ellos porta el tablero espinal con el que se trasladará al menor hasta la orilla. “Allí se valorará y posteriormente se trasladará al puesto para, finalmente, llevarlo al hospital”, explicó el coordinador de Marsave, Yon Mundín.
En un segundo simulacro un bañista se encuentra nadando a la altura de las boyas cuando sufre un infarto quedando inconsciente a unos 200 metros de la orilla. En esta ocasión, tanto un socorrista como la moto de agua se dirigen hacia esta persona que es trasladado hasta la orilla donde se realizaba una RCP (Reanimación Cardiopulmonar) básica en la que también interviene la DUE del puesto de control.
El infartado es trasladado hasta la ambulancia de soporte vital de la empresa, que cuenta con un médico, DUE y técnico de emergencia sanitaria que continúan realizando una RCP, en este caso avanzada, tras lo cual el paciente se traslada al Hospital Universitario.
Estos simulacros se enmarcan en las acciones habituales que la empresa lleva a cabo en las playas ceutíes dentro de la organización del dispositivo de la temporada de baño que coordina la Consejería de Medio Ambiente como parte del Comité de Playas.
La plantilla de Marsave está integrada, diariamente, por 32 personas, entre médicos, DUE, técnicos de emergencias sanitarias, supervisores y coordinador, además de dos motos acuáticas y una embarcación de rescate.
Este es el segundo año del contrato que suscribió con la Ciudad y que puede ser prorrogable a otro periodo de dos años más.