Ceuta vivió un momento extremo con la llegada de miles de marroquíes aquel mayo de 2021, muchos de ellos menores de edad. No fue una entrada masiva normal, ajustada a los parámetros que marcan la inmigración llegada a nuestra ciudad procedente de Marruecos. Fue de niños que habían cruzado los espigones engañados.
Isabel Valldecabres, quien fue directora del gabinete de la vicepresidencia primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha declarado en la sesión de este miércoles para recordarlo, al igual que las conversaciones que mantuvo con la número 2 de la Ciudad, Mabel Deu, sobre la ayuda que había que ofrecer a Ceuta ante “la situación insostenible que, de un día para otro”, se había generado.
El juicio que sienta en el banquillo a la exdelegada del Gobierno, Salvadora Mateos, y a la exnúmero 2 del Gobierno local, Mabel Deu, por prevaricación tras la expulsión de 55 menores marroquíes continúa hoy.
El día de la entrada masiva había una Sectorial, momento en el que Deu trasladó a todos los asistentes que la situación que se estaba viviendo en Ceuta “era un problema de toda España”.
Valldecabres fue designada como persona de contacto para “cualquier cosa que me pudieran necesitar”. Era la interlocutora con Defensa para disponer, por ejemplo, de tiendas de campaña, o con Ingesa por asistencia sanitaria. “La situación era muy angustiosa, yo servía de apoyo y coordinación”, ha explicado.
Menores engañados
“Estábamos preocupados por la situación de los menores que cruzaban la frontera, tuvimos muchas reuniones con entidades e instituciones”, ha apuntillado.
Valldecabres ha resaltado que lo que sucedió en Ceuta no era una situación normal asociada a la inmigración, ya que se trataba de niños que no habían entrado por su aspiración a cruzar a la Península posteriormente, sino menores a los que les habían “engañado para ir a España y sus padres los estaban ahora reclamando”.
“No era un procedimiento normal de inmigrantes. Esto era distinto, por eso hablamos de un procedimiento diferente porque no era algo normal”. De hecho, el propio rey de Marruecos comparecería días después para indicar que esos menores debían volver a su país.
Un momento de pandemia y relaciones políticas rotas
Todo esto se produjo además en una situación muy complicada con una mezcla de factores como que era atravesar una pandemia, además de que las relaciones políticas estaban rotas entre España y Marruecos por lo que cualquier interlocución era complicada.
Al gobierno lo primero que le preocupaba era garantizar una asistencia urgente a menores que estaban hacinados en naves del Tarajal, con niños de solo 5 años a los que había que ofrecer comida y bebida de inmediato mezclados con otros de 14.
Antes de todo esto, se había hablado de cómo organizar retornos regulados, reabriéndose el debate sobre la existencia de un acuerdo marco firmado en 2007 con Marruecos que nunca se había ejecutado, pero que en ese momento volvió a cobrar protagonismo.
Desde España se intentaba solucionar con Marruecos la problemática en general de la población infantil marroquí que cada vez iba a más. Era un debate puesto encima de la mesa mucho antes de producirse este acontecimiento extraordinario.
Los menores no querían ir a Marruecos
Este miércoles también se han escuchado testificales de personas vinculadas a oenegés, como la de un letrado de una de estas entidades sociales que fue contactado por la Fundación Raíces y que representó a diez menores.
La voluntad de esos niños era la de no volver a Marruecos. “Nos contactaron porque se iban a repatriar niños llegados a Ceuta. Nos pidieron consejo jurídico por si creíamos que podía haber alguna vulneración”, ha explicado tras ser contactado por la Fundación Raíces.
Los niños con los que pudieron hablar les comunicaron que no querían ser devueltos al vecino país.
PUES QUE VALLA AHORAA POR ELLOS
¿Por la Valla o por el Túnel?
No creo que les hayan engañado,se le dice que aquí vienen a todo incluido y Sánchez se encarga a las ordenes del moja 6