Por más tiempo que ha pasado María recuerda perfectamente la cara de esa muñeca de cartón que, como cada año por el Día de Reyes, le regalaron aquel año en el Parque de Artillería de Ceuta. "Los Reyes en la casa nos echaban lo que necesitábamos de vestimenta, pero luego mi padre como era de Artillería nos llevaba y ahí nos daban un juguete a cada niño", comenta esta residente de Cruz Blanca. Aquel año María estaba más que feliz con su nueva muñeca pero poco le duró la ilusión. "Mis hermanos decidieron bañarla y claro, como era de cartón, ya no se pudo hacer nada, me la rompieron", lamenta entre risas.
La anécdota de María es una de tantas que se recogen en el último video publicado y difundido desde los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca. Una pieza audiovisual que forma parte del proyecto "Porque fuimos lo que sois" y que sirve para que nuestros mayores rescaten de lo más profundo de su memoria cómo pasaban las navidades en épocas menos abundantes que las actuales, cómo decoraban sus hogares y cómo recuerdan aquellos días de Reyes siendo aún muy niños.
Otra de las señoras explica la situación que, como la suya, atravesaban muchas familias: “Nosotros hemos sido siete hermanos y poco dinerito había, así que con la cosa de los turrones y los polvorones esos días estábamos más contentos y mis padres procuraban que esos días no nos faltara de nada”. De hecho cuenta que ella misma creó un Portal de Belén elaborado íntegramente con papel, todo bien recortado y al que, incluso, le agregó una linterna para que tuviera luz.
Esta falta de recursos económicos se reflejaban cada 6 de enero: “Yo estaba empeñada en una Mariquita Pérez, pero he cumplido 87 años y aún no me la han echado los Reyes. Yo la pedía todos los años pero no me la echaban, así que un día comentándolo con mis vecinos lo conté y me regalaron una en chiquita, ahí la tengo”.
Otro de los residentes recuerda otra bonita anécdota. Ocurrió en La Línea de la Concepción y tuvo, como protagonista, al capitán de la almadraba de dicha localidad. "Me acuerdo que me regaló una bicicleta y cuando me portaba malamente la ataba a una viga alta y no me la daba hasta que no me portaba bien", rememora riendóse.
Anécdotas de un pasado que forman tiempo de una experiencia intergeneracional que, entre otros objetivos, rescata a través de estos y otros testimonios la riqueza inmaterial que atesoran nuestros mayores.