La Delegación del Gobierno confía en que las fases de los polígonos del Tarajal que todavía no cuentan con seguridad privada tengan este asunto resuelto para finales de este año. Alborán y La Chimenea preparan el suyo, según ha podido conocer este periódico, y la Fase I registró el propio este miércoles, tal y como confirmó la Delegación del Gobierno.
La ronda de contactos que en los últimos meses han mantenido representantes de las comunidades de propietarios y la Delegación del Gobierno, consistió en una puesta en común de propuestas, con aceptación por ambas partes, que abordaron de manera conjunta y donde los presidentes comprobaron la voluntad de Salvadora Mateos y su gabinete por ayudar.
Por su parte, los empresarios de Alborán y La Chimenea están dispuestos a contribuir y sumar para que la contratación del plan de seguridad, un asunto enquistado desde hace años, se solucione de forma definitiva. La Fase II fue el único polígono en cumplir con las indicaciones de la Delegación del Gobierno acerca de la obligatoriedad de contar con un plan de seguridad y, hacia finales de 2017, gravar con una tasa el tránsito de mercancía a Marruecos que cruza su recinto.
En aquel momento, la Fase I también amagó con sumarse a la propuesta del polígono colindante, sin que fructificase, hasta que esta semana depositó un plan de seguridad en la Delegación del Gobierno. Las instancias competentes tendrán que determinar ahora si cumple con los requisitos contenidos en la normativa vigente.
Por su parte, los polígonos tanto de Alborán como de La Chimenea siempre se opusieron a la directriz del Gobierno hasta el punto de que llegaron a los tribunales, bajo la advertencia de que se enfrentaban a cuantiosas sanciones por desatender su solicitud. Después de años de tira y afloja parece que han llegado a un consenso en este aspecto.