Se acerca la Semana Santa y con ella resurge la saeta y todo su sentir, junto a este palo flamenco también renace Pepe Escobedo, historia viva en Ceuta que este año sorprenderá con su reaparición en la Tertulia Flamenca y, seguramente, frente al Cristo y la Virgen.
Este saetero de pura casta comenzó a cantar este palo flamenco con unos 29 años y desde entonces continuó 50 más deleitando al público ceutí y a algunos privilegiados de la península con su voz.
Este reconocido cantaor de la ciudad ha actuado junto a Rafael Borrego; ‘La Lili’; Manuel Díaz Lolo; ‘El niño del cante escuchao’; Cristóbal Zumaquero; y Manuel Prieto (El Lete), entre muchos otros artistas de la ciudad.
El Faro ha tenido el privilegio de conocer la historia de Pepe Escobedo, su unión con la saeta y saber que este año, tras 10 de sequía, retomará la saeta.
¿Cómo comenzó Pepe Escobedo en el mundo de la saeta?
Yo empecé cantando saeta ya hace 50 años y me costó mucho trabajo. Yo recuerdo que iba con mi esposa y me temblaban las piernas cuando tenía que cantar la primera saeta y no la cantaba nunca. Me iba de un sitio para otro.
Antes se cantaba mucho en Ceuta por las calles. Se cantaba en la calle Amargura, en la Velarde, en Paseo Colón, en la calle Real y Plaza de los Reyes.
La saeta en la calle aquí ha sido memorable porque había muchos saeteros y buenos y cantaores y cantaoras, saeteras y saeteros que han tenido una buena voz y muy buen estilo cantando.
¿Volveremos a escuchar a Pepe Escobedo en público?
-Yo le he prometido a mi gente que me gustaría este año cantar saetas, algunas, si puedo. Porque también como está uno desentrenado, las cuerdas vocales hay que trabajarlas, hay que recordarlas, machacarlas mucho.
Estudiar cuesta y las saetas hay que estudiarlas, pero me gustaría. Y si yo tengo un ramillete de saetas, tanto a la Virgen como al Cristo me gustaría cantarle este año en determinados sitios.
También voy a dar una primicia porque este año, a lo mejor, me voy a atrever a cantar en la Tertulia Flamenca en público un par de saetas con otro cantaor que viene de Jerez.
Será este Domingo de Ramos a las 12.00 horas de mediodía en la Tertulia Flamenca.
Pepe, ¿cree que antaño se sentía más la saeta y había más saeteros en Ceuta?
Sí, sí, antes había muchos saeteros y saeteras, aunque saeteras no tanto, pero saeteros sí ha habido bastante en Ceuta. Ha habido muchos, pero como en todas las partes de Andalucía han ido a menos los cantadores, el arte y la saeta.
En Ceuta por circunstancias de la vida se está dando mucho menos. La saeta es muy difícil porque es un cante que se hace anualmente nada más, cuando llega este tiempo de la Semana de Pasión y, entonces, no se ensaya mucho, no se entrena, todo el mundo quiere cantar una saeta y quiere aprenderla en una semana y en una semana no se aprende.
La saeta tiene que ser tradicional de un cantador que le guste cantar por saeta y que tenga cualidades para cantarla.
No todos los artistas cantan por saeta. La saeta es un palo del cante flamenco que no está sujeto a compás, está sujeto al aire libre.
Te tienes que mentalizar tú del compás y la voz de salida cuando hacer la melodía, cuando tienes que hacer la curva melódica, subir para arriba y darle, y es muy complicado, entonces, el temor de los artistas es quedarse colgado.
¿Quiere decir Pepe que cantar saeta es un trabajo difícil?
Más bien dificilísimo. Cantar saeta es muy complicado para aquel que no tiene las cualidades y no se ha puesto a cantarla nunca.
Tienes que ponerte en agosto, por ejemplo, a ensayar saeta, ¿quién se pone en agosto estando en la playa?, pues nadie.
Entonces, hacer saetas nuevas, rememorarlas y todo eso cuesta mucho trabajo y como cuesta tanto ensayarlo es complicado.
La saeta no es un cante como una soleá o un fandango que lo tienes todo el año manipulándolo y hecho en la garganta y en la voz y se acompaña de guitarra. Eso en la saeta no existe, la saeta eres tú, la imagen y el aire que hay en medio.
¿Guarda recuerdos especiales de su etapa como saetero? Su última intervención comentaba que fue en una semblanza en la iglesia de los Remedios, ¿cierto?
Exacto. La hicimos con Margari; con Yolanda Heredia y un narrador que era muy bueno, también con Alfonso Álvarez y Pepe Cepero y mujeres ataviadas de mantilla que adornaban también el escenario, que era el altar de la Iglesia de los Remedios. Ese fue un momento muy bonito de una saeta cantada a trío.
Yo tengo muchos recuerdos de la saeta. Una vez canté en Sevilla, en La Macarena, que me encontraba allí por motivos personales y me pidieron que catara una saeta de improviso. Si aquí me temblaban las piernas el primer día, allí en La Macarena, imagínate, me impresionó tanto que tengo un grato recuerdo de ello.
También tengo un bonito recuerdo del primer premio que yo gané de saeta en la calle en un concurso de que se celebró en calle Velarde, que lo hizo el presidente de la Tertulia Flamenca en el año 1991, Antonio Durán Valencia y concursamos unos cuantos de aquí de Ceuta.
Yo tuve la dicha de ganar aquel día, de estar mejor que los demás y gané el primer premio de saeta en la calle. Fue el primer concurso de saeta que se hizo en la calle y no se ha vuelto a hacer más.
Pepe, usted también ha cantado en Plaza de los Reyes, en la calle Real y hasta en Puente Almina.
Así es, con los naranjos en flor, eso era muy bonito y cantar saeta allí emocionaba mucho. El peligro que tenía la saeta allí era que, como no teníamos altura para cantar y teníamos que hacerlo, había que subir el cuello para arriba para mirar a la Virgen o al Cristo y el paso del aire en la garganta del cantador se corta, entonces tenemos que agachar la cabeza hacia abajo para no quedarnos degollados.
Por eso, en la Semana Santa de la Andalucía se alquilan muchos balcones a una altura donde está la imagen del Cristo y a la vez el saetero, entonces, se canta muy bien.
Pep Escobedo y la historia de Ceuta que vuelve a renacer
Pepe Escobedo es historia, sentimiento, entrega; y este año, después de diez sin su saeta y seis sin su flamenco, Ceuta vuelve a disfrutar de este artista y de todo su sentir.