En pleno siglo XXI, el
Ministerio de Justicia permite que se produzcan situaciones extremas en Ceuta, tanto que pone en riesgo la celebración de
vistas judiciales. Ningún juzgado se salva.
Hace unas semanas tuvieron que suspenderse vistas en el Penal por la avería de dos transformadores; pues bien, desde hace 10 días no se puede trabajar ni en el
Juzgado de lo Social ni en los Contenciosos por un
problema informático. Lo sabe el Ministerio, se ha dado traslado a todos los que tienen responsabilidad, pero no hay quien actúe con la celeridad debida para evitar lo más sangrante: que no haya actividad judicial, lo que repercute directamente en el ciudadano. Es un auténtico desastre, el reflejo de la dejadez absoluta en el ámbito judicial que parece haberse convertido en una costumbre hasta rozar la falta de vergüenza.
Los funcionarios no pueden trabajar, se ven atados de pies y manos por factores ajenos a ellos. Y lo más grave, lejos de ser una mera incidencia se convierte en un bloqueo que dura ya más de una semana, sin que se acometan medidas urgentes.
Tal y como han explicado fuentes judiciales a El Faro de Ceuta, el fallo se produjo en un conmutador (switch), un dispositivo digital lógico de interconexión de equipos que opera en la capa de enlace de datos del modelo OSI. Esto ha provocado suspensiones de juicios, la decisión más sangrante de todas las posibles.
CCOO-Justicia ha reclamado, al igual que los cuantiosos funcionarios judiciales, que se disponga siempre de medios suficientes, de remanentes, para que cuando haya incidencias o fallos de este tipo se disponga de las soluciones inmediatas en Ceuta, sin tener que esperar a un abastecimiento tardío. El sindicato siempre ha peleado para que cada órgano judicial disponga de esas remesas al objeto de evitar consecuencias como las ahora vividas: que haya juzgados que se vean obligados a parar su actividad. El Ministerio opta, sin embargo, por mantener a Ceuta siempre en la cuerda floja.