Es un no parar porque detrás hay un negocio importante, el que se traduce en el intento continuado de introducir pastillas desde Ceuta en Marruecos. Con solo horas de diferencia, se han producido dos incautaciones destacadas, la última de casi 69.000 pastillas.
Fue en lado frontera marroquí, Bab Sebta, en donde, en la noche del viernes al sábado, la Policía y aduaneros, han decomisado 68.198 comprimidos de Rivotril y Trankimazin.
Las pastillas estaban escondidas en el tablero y en los parachoques de un vehículo modelo Peugeot 3008, con matrícula española, conducido por un marroquí residente en España.
Investigación
El lote y el vehículo quedaron intervenidos, mientras que el pasador, detenido por delito de tráfico de drogas, debiendo responder ante la justicia.
Esas pastillas son usadas para hacer karkubi y su posesión está duramente castigada en Marruecos.
Esa aprehensión se produjo solo horas después de la detención de un adulto que usó a su hijo, adolescente, para colar pastillas en Marruecos. Las llevaba adosadas a su cuerpo.
El chico portaba 3.769 comprimidos psicotrópicos de diferentes tipos adheridos con cinta adhesiva debajo de su ropa. Ambos fueron detenidos tras un registro exhaustivo.
La ruta de las mulas
Esta semana se han conocido aquí en Ceuta varios servicios de las fuerzas de seguridad españolas, tanto Policía como Guardia Civil, que se han saldado con detenciones de individuos que llevaban hachís adosado a sus cuerpos.
La sustancia se trae de Marruecos a nuestra ciudad, pero a la inversa, se produce ese trasiego constante de pasadores. En este caso llama la atención que se haya utilizado a un menor para tal fin.
A los servicios publicados se añaden las condenas. Precisamente el Juzgado de lo Penal 1 condenaba esta misma semana a un ceutí detenido por la Benemérita justo cuando entraba en Marruecos con un coche cargado de pastillas.