El Cristo del Puente lleva más de dos semanas sin iluminación. Los fieles que acostumbran a enfocar su caminata por esta vía se topan con esa sensación de abandono en torno al Cristo que toda Ceuta venera y al que no pueden contemplar.
Quienes más madrugan y pasan por la zona se topan con una hornacina a oscuras. Antes detenían sus pasos y se sentían acompañados por la imagen; ahora se topan con esa sensación de abandono, de no atención a algo más que un mero detalle.
Piden que se preste atención a esto, que se coloque iluminación como siempre la hubo, sencillamente que se cuide y proteja este rincón tan especial para todos los ceutíes.
El Cristo del Puente siempre ha causado un enorme respeto en Ceuta. Tal es así que cualquier incidente que le ha afectado ha terminado desatando una ola de atención y solidaridad.
La reacción popular ante los incidentes
Ocurrió cuando, con motivo de los disturbios tras la visita de Santiago Abascal, la cristalera sufrió daños. De inmediato se trabajó para recomponer el lugar y llenarlo de flores.
Más recientemente pasó cuando la hornacina del Cristo apareció dañada, lo que llevó al cambio de la cristalera de inmediato y a la protección de la imagen, que fue trasladada a la iglesia de África.
De ese suceso, ocurrido en diciembre de 2024, se abrió una investigación por parte de la Policía Nacional sin resultados.
El Cristo del Puente, así se le llama al Cristo de los Afligidos, genera tal devoción que forma parte de la historia de Ceuta.
La devoción mostrada
Quienes pasan por la zona se detienen a rezarle, otros se paran solo a contemplarlo e incluso hacen una reverencia en señal de respeto o se santiguan. Todos lo respetan, por eso es tan importante cuidarlo. Cuidarlo a él, pero también el espacio que lo rodea, el lugar en donde está guardado, las luces que lo iluminan para que sea visible a todo aquel que se detiene a su paso.
El Cristo tiene su historia y como tal la contó Ricardo Lacasa en El Faro, recordando cómo “la remodelación que se hizo de su emplazamiento cuando en el lugar se recreó, en cierto modo, la antigua entrada a Ceuta, posibilitó esa especie de capilla actual con la idea de darle al Cristo un ambiente de mayor solemnidad y recogimiento, especialmente para quienes se detienen ante su venerada imagen”.
La imagen del Cristo, como recuerda Lacasa, tiene un enorme valor sentimental, de devoción.
La historia según el cronista
A decir del Cronista Oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, se trata de una de esas ‘imágenes de puerta’ que se acostumbraban a colocar a la entrada de las ciudades al objeto de que, quienes entrasen o saliesen, viajeros y soldados principalmente, pudieran encomendarse a ellas.
De ahí que casi siempre estuviera en el puente al que vino a dar su nombre. Originariamente se ubicó en la capilla por la que desfilaban los condenados a muerte, muy próxima al lugar sobre el que se asentó el anterior Hospital Civil y donde estuvieron las ermitas de San Marcos, junto a las desaparecidas Balsas. En otros momentos también llegó a presidir el Postigo de San Rafael, camino cubierto que iba parejo a la fachada norte de las murallas de la ciudad.
En 2002, cuando se acometieron las obras del Baluarte de los Mallorquines, la imagen fue trasladada a la iglesia de África. Dado el mal estado que ofrecía su policromía y la sujeción de los brazos, se encomendó su restauración a Manuel Fernández Magán, en Granada. Por fin, el 22 de junio de 2004, retornó a su lugar actual.
El vicario creo le poca atención, es una pena