La niebla de estos días en Ceuta ha servido de camuflaje para las entradas de inmigrantes procedentes de Marruecos.
Son los pases más arriesgados, sobre todo porque es tan intensa que resulta imposible localizar a los nadadores. Sus gritos, en ocasiones, constituyen la única alerta.
Algunos consiguen cruzar a nado sin ser vistos. Al llegar a tierra se deshacen rápido de sus prendas para emprender la huida.
Adultos y menores han logrado escapar sin ser vistos aprovechando un mar imposible de controlar.
Control complicado de patrulleras
Conforme han ido avanzando las horas, se apreciaba algún resto en la playa cuando, ya con total visibilidad, estaba despejada.
En el mar, tanto patrulleras marroquíes como de la Guardia Civil desarrollaban sus propios controles. Por mucho que se acercaran hasta el propio arenal era prácticamente imposible verlas.
Se intenta verificar a las pateras de pescadores que entran desde el vecino país intentando desembarcar a alguno de los inmigrantes en el mar, cerca de la orilla.
El final, muchas veces en las calles
El ánimo por cruzar a Ceuta hace que estas personas incurran en riesgos de este tipo. Muchos de ellos, después, terminan durmiendo en las calles o escondidos en recovecos de las naves del Tarajal donde quedan niños y adultos entre cartones y colchones.
En el entorno del polígono se han formado pequeños campamentos entre cartones. Muchos de los están durmiendo a la intemperie son niños que no viven en los recursos extraordinarios utilizados por la Ciudad. Otros acaban de cumplir los 18 años.
Duermen tapándose con cartones y sobre colchones sucios, entre basuras. Esto sucede en un polígono prácticamente abandonado en algunas de sus fases. De hecho, la comunidad de propietarios de la Fase II ha alzado la voz reclamando mayor seguridad y control ante este tipo de situaciones.
Los días de niebla como este sábado no solo dejan intentos de entrada, sino también desaparecidos y muertes.
Durante la tarde han continuado los intentos de entradas y las consumadas, con la llegada de 15 inmigrantes de distintas nacionalidades, entre marroquíes, guineanos y argelinos, adultos y menores.
Las entradas se suceden por mar, pero también por la valla.
Es típico unos cruzan nadando otros los dejan cerca los barcos y luego nada, llevo ya dos semanas seguidas viendo como llegan hasta pota.
Siempre son dos y luego al monte llaman al coche que los recoje.
Los domingos no hay nadie que vigila, pues se cuelan.
Entran con niebla, salen por la puerta.
Más pagapensiones.
Si los devolvieran en el momento no venían después a pedir más dinero para mantenerlos
Puede llegar un momento que dado como se llevan el dinero no haya para mantenerlos,y entonces? Los políticos se lo deberían hacer mirar,lo malo es que hay gente ganando mucho dinero con esto; que cambien ya las leyes,estamos hartos
SI GRACIAS A ELLOS ESTAS COMIENDO TU Y LEVANTANDOTE A LA UNA DE LA TARDE SOLO PARA VUELTAS CON EL DINERO QUE SA A COMUNIDAD EUROPEA POR CASA UNO Y A ELLAS NO LE LLEGAN NADA CARADURA