Meses de trabajo. Seguimientos, investigaciones, pero sobre todo análisis, mucho análisis. Porque los investigadores de la llamada Operación ATAM-Macetero sabían que nada era casual, que los embarques de vehículos cargados de hachís que partían de Ceuta hacia Algeciras y no eran interceptados en el puesto de la Guardia Civil tenían una explicación.
Esas razones se tradujeron en la colocación, la pasada madrugada, de los grilletes a un componente del Instituto Armado destinado en el puerto, precisamente en el punto donde debían hacerse esas verificaciones.
Se le detuvo en su vivienda y fue conducido por agentes del GAR (Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil) a unos garajes objeto de registro en la barriada de Zurrón, en la parte superior más próxima ya a Hadú. Después, sería trasladado en un vehículo todoterreno, rodeado de agentes del Servicio de Información, a dependencias oficiales.
Para los integrantes de la Benemérita detener a uno de los suyos significa dar ejemplo. Y en este operativo, llevaban muchos meses esperando darlo. Él era el principal objetivo, pero le siguió una decena más de detenidos, entre ellos un trabajador del sector portuario y otros que, por ejemplo, tenían ya antecedentes. Todos serán puestos a disposición judicial este jueves, según las previsiones. En concreto ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 que mantiene la causa secreta.
La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen que analizar todo lo intervenido en esta investigación contra el tráfico de drogas y la corrupción policial. En los once registros llevados a cabo en nuestra ciudad (hubo más en Algeciras y Zaragoza) se han incautado de 135.000 euros, coches, motocicletas e incluso un arma. También documentos que deben ser analizados.
Precisamente en Zaragoza se registró la vivienda de la pareja del guardia civil detenido.
Cómo empieza todo
Desde hace aproximadamente un año, las fuerzas de seguridad habían abierto una investigación para esclarecer el número de implicados en pases de drogas tan burdos que era imposible que se ejecutaran sin la connivencia de un funcionario que, en vez de controlar, dejaba de ejercer su trabajo.
Sucesos tan llamativos como fue el hallazgo de hachís dentro de un maletero o la ocultación de mercancía en el interior de ruedas de coches que embarcan en caravana sin obtener impedimento alguno a pesar de ser todos del mismo modelo y buscar el pase a la misma hora.
Los seguimientos fueron constantes, también el croquis que fue haciéndose con intervenciones que se salían de lo normal. Los detenidos en pleno pase de hachís y los casos que protagonizaron engordan esta causa, ya que se han convertido en una especie de prueba de la organización existente para cometer ese delito.
Ellos son el ejemplo de cómo pasaron, las piezas de un análisis en el que se han centrado durante meses las fuerzas de seguridad. No solo sorprendían ocultaciones de droga nada trabajadas, sino también los modus operandi especializados a la hora de, por ejemplo, preparar el hachís de tal forma que su detección fuera compleja.
El runrún de la calle ya iba haciendo su papel de narración de una crónica más propia de un escándalo. Mientras, la Policía y la Guardia Civil estaban investigando hasta movilizar los efectivos para la considerada fase estelar de la operación desarrollada en la madrugada de este martes, desde las 5:30 horas hasta bien entrada la mañana.
Unidades de Policía Judicial, UDYCO Central, UDYCO Algeciras, UDYCO Fuengirola y Zaragoza, así como los recursos operativos de medios aéreos, UIP y UPR por parte de la Policía. Los servicios de Asuntos Internos y los Grupos de Información de Ceuta, Algeciras y Zaragoza, además de GRS y GAR, por parte de Benemérita.
El intercambio de datos y la ejecución
Para llegar a la ejecución del operativo hay que desandar el camino hasta llegar a sucesos que, sumados, dan forma a una de las operaciones consideradas históricas por la colaboración lograda entre ambas fuerzas de seguridad.
Con esta actuación se considera que han sido desmanteladas varias organizaciones criminales especializadas en el transporte de sustancias estupefacientes que contaban con la colaboración del agente, que habría incurrido además en un delito de cohecho.
Desde que comenzó la investigación han sido detenidas más de 20 personas y decomisados más de 800 kilos de hachís. En Ceuta ayer hubo 10 arrestos y dos en la Península.
Fue iniciada por la Policía Nacional tras una incautación de droga en el puerto de Ceuta hace un año. Fue ahí cuando se supo que algo anómalo pasaba, ya que era imposible que el detenido pudiera haber cruzado el control de la Benemérita sin encontrársele el lote de hachís que llevaba, prácticamente al descubierto.
Ese fue el enlace, el eslabón de la cadena que ha llevado a todo esto, que ha posibilitado el ir avanzando más y más hasta señalar otros casos asociados a esta red, así como implicados en que todo funcionara de acuerdo a los intereses de los señores de la droga.
El papel del guardia civil detenido
La pieza clave para que todo este negocio funcionara era el componente de la Benemérita. Según los investigadores, garantizaba el pase del hachís a cambio de contraprestaciones económicas, sirviéndose para ello de su puesto de trabajo y dejando de realizar el servicio que tenía encomendado de verificación e inspección de los vehículos.
En los seguimientos e investigaciones desarrollados, se pudo verificar que en muchos de esos pases de droga coincidía la presencia del agente en el control. Estaba, pero la mercancía terminaba siendo intervenida no por la Benemérita, sino por el CNP destinado en el control documental.
Y no era un caso, fueron varios. Las diligencias previas se han seguido en el Juzgado de Instrucción número 5, adoptándose las medidas oportunas y realizándose la investigación de manera conjunta entre la Policía Nacional y la Guardia Civil siempre protegida bajo el secreto de sumario.
La intervención de esta pasada madrugada supone la desarticulación de las organizaciones criminales que trabajaban en connivencia con ese agente, grupos relacionadas con los distintos pases detectados. Se señala a los máximos responsables, pero también a los que ocupan los escalafones menores.
Ceuta y Península
La estructura delictiva piramidal que ha sido objeto de investigación sitúa la pieza del agente como una clave. Además, han sido marcados los líderes de las organizaciones asentadas en Ceuta y Península, que eran los encargados de captar a los pasadores, la droga y el modus operandi de una organización que se presumía perfecta.
El hachís se controlaba en guarderías, aquí se preparaban los coches y luego se agenciaban los embarques en días en los que se debía contar con la complacencia de un control relajado.
La droga se escondía en dobles fondos perfectos, también dentro de ruedas, en habitáculos especializados o no… Los transportistas se encargaban de ese pase sabiendo que lograrían cruzar al otro lado.
Así se decidió romper la operación
La noche del 10 al 11 de febrero fue la elegida para intervenir, después de meses preparando operativos y avanzando en las investigaciones. Los agentes del CNP partieron desde su base de San Juan de Dios. La Guardia Civil hacía lo propio desde Comandancia y puerto. Cada uno con su punto de actuación, con sus entradas autorizadas y con personal del juzgado como fiel testigo de todos sus pasos.
Primer objetivo: la detención del guardia civil y dos de sus vecinos. También el registro de sus casas, pero además de instalaciones con las que tenían contacto como garajes. Maza en mano se preparaban las entradas con cuantiosos agentes de GRS, GAR, pero también los componentes de Información, siempre en un segundo plano en cuanto a su visualización, pero implicados al máximo.
Que no se sepa quiénes son es clave, que coordinen hasta el último detalle también.
Los objetivos iban consiguiéndose por parte de la Benemérita, pero también por el CNP. Actuaciones en Zurrón y a la vez en Hadú, igualmente en Huerta Téllez en donde debía revisarse un edificio entero. De ahí salieron detenidos dos jóvenes.
Calle Canalejas, Sardinero, Estación del Ferrocarril, calle Independencia… a las detenciones se sumaban registros. Y en esas acciones estaban presentes agentes de los dos cuerpos.
Los celos que acostumbran a hacerse notar en demasiadas ocasiones fueron arrinconados por la más estrecha colaboración. Hacía tiempo que no se apreciaba un operativo conjunto de este tipo; el más reciente, uno asociado a una investigación de narcodrones, que terminó explotada por agentes de ambas fuerzas de seguridad. Más atrás, actuaciones enmarcadas en la lucha antiterrorista.
En estas semanas previas a la fase estelar de la operación ha habido contactos constantes entre los agentes y una instrucción judicial protegida que no ha cesado.
Medios aéreos
El despliegue de los agentes implicados en el desarrollo de la operación no pasó desapercibido para nadie, era imposible debido al empleo de medios aéreos; en concreto un helicóptero que estuvo sobrevolando los diferentes escenarios en los que, a pie de terreno, actuaban los profesionales.
Las batidas fueron un sin parar. Era el particular blindaje aéreo que se reforzaba con integrantes de UPR, UIP, GRS, GAR… Y cada detalle, cada intervención era grabada por los propios artífices de esta acción policial.
La finalización de los trabajos policiales coincidía con la entrada de escolares en los institutos, primero y en los colegios, después.
No hubo incidentes, salvo los reproches públicos efectuados por familiares de detenidos a los medios de comunicación que grababan esa intervención.
El trabajo que queda
Las actuaciones ante esos periodistas han terminado, ahora queda armar el atestado, valorar lo que se ha hecho y escribir. Este jueves se espera la presentación ante el juzgado de todos los detenidos. El titular del número 5 será el que determine las medidas que va a adoptar respecto de cada uno de los arrestados.
Oficialmente el operativo se da por terminado, así se considera con las detenciones que se han llevado a cabo. No solo las de ayer, sino las de meses atrás que deben engarzarse en una crónica policial y judicial.
La detención del componente de la Benemérita se suma a otras de agentes que estaban destinados en el mismo lugar, la zona del embarque, la puerta de acceso para los kilos de hachís nacidos en las plantaciones de Marruecos, preparados en Ceuta y demandados por un mercado europeo que alimenta económicamente lo que es un auténtico negocio.
Hay que cambiar el código penal y que las penas sean más duras para todos y digo todos los delincuentes!!! Políticos ineptos y cobardes!!!!