Habían encontrado en la ocultación de hachís en las ruedas de coches la manera más fructífera de pasar droga de Ceuta a Algeciras.
El negocio les duró poco, el tiempo que tardó la Guardia Civil en detenerlos por tráfico de hachís y organización criminal.
La Fiscalía pide para dos hombres y una mujer penas de casi 6 años de prisión. Los señala como integrantes de un grupo que se había especializado en preparar los vehículos para cargarlos con la droga que ellos mismos se encargaban de agenciar en Marruecos.
Lo controlaban todo: los cruces al país vecino, la compra de la mercancía y los días en los que debían cruzar. Pero en toda organización siempre hay un fallo, una grieta que fue por la que se colaron los investigadores de la Guardia Civil para proceder a su arresto.
Tres acusados, medidas de seguridad y el líder
Los componentes de este entramado criminal tomaban sus medidas de seguridad, comunicándose mediante el empleo de palabras clave para que, en el caso de ser objeto de seguimientos, evitar que les descubrieran con las manos en la masa.
Los llamados J.M.B.F., A.S.M. y N.R.M. se tendrán que sentar en el banquillo de los acusados y responder ante el tribunal del máximo órgano judicial en nuestra ciudad, el de la Audiencia, de los delitos con los que se les relaciona.
De los tres, A.S.M. es considerado el líder, ya que se le acusa de dirigir la actividad de los demás. Entre los tres controlaban todo: las horas de entrada y salida de Marruecos tras comprar el hachís, así como la organización de los viajes.
Para la Fiscalía no cabe la menor duda de que se ponían de acuerdo para comprar y vender hachís, además de para transportarlo y comercializarlo. Se nutre para ello de las investigaciones realizadas por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil que culminaron con detenciones y registros llevados a cabo en julio de 2024, uno de ellos, en una vivienda ubicada en Pasaje Recreo.
Reparto de roles y un fin común
Tal y como se recoge en la calificación inicial de los hechos, a cuyo contenido ha tenido acceso El Faro, los tres acusados se ponían de común acuerdo tanto en la acción como en el resultado, para que, de manera concertada y con un reparto de los roles, formar un grupo que compraba y vendía hachís, lo transportaba y posteriormente se encargaba de su distribución y comercialización en la Península.
Seguían siempre un modus operandi concreto: escondían la droga en las cuatro ruedas.
Los investigados se relacionaban entre sí y se informaban acerca de la existencia de la mercancía, concretando las fechas y circunstancias en las que llevarían a cabo las operaciones de compraventa, carga de los vehículos en doble fondo de los neumáticos que eran utilizados tanto en el país vecino, Marruecos, como en Ceuta. Después, con ellos, cruzarían el Estrecho.
Disponían de varios coches preparados, desde Toyota hasta Audi A4, pasando por Peugeot 3008 o Mercedes B180, además de ciclomotores. Una flota preparada para sus fines delictivos.
Viajes relámpago y “zapatillas, chándal o bocadillos”
Usaban esa flota para realizar los viajes funcionando, al menos, desde septiembre de 2023 hasta julio de 2024, fecha en la que se llevó a cabo la operación.
El primer hito de los investigadores se produce el 19 de julio, cuando detienen en Algeciras al llamado J.M.B.F. justo después de haber cruzado con droga en las ruedas del coche que conducía: casi 25 kilos de hachís en los neumáticos de un Toyota Rav4.
Ahí terminaron los viajes relámpago que hacían cargados de droga, usando en sus conversaciones una serie de palabras clave del argot criminal como “zapatillas, chándal o bocadillos” cuando en el fondo aludían a los negocios del hachís.
El 26 de julio tiene lugar otro de los hitos de la investigación, cuando los agentes entran en una vivienda de Pasaje Recreo, en donde encontraron abundante documentación de vehículos y salidas, bolsas de envasado al vacío y una de plástico que contiene bellotas de hachís, varios teléfonos móviles, una máquina de envasado al vacío, bolsas de distintos tamaños, además de justificantes y dinero.
Petición de juicio oral
Un año después del operativo de la Guardia Civil y 2 del inicio de las investigaciones, se solicita por parte de la Fiscalía la apertura de juicio oral para sentar en el banquillo a quienes habían constituido un grupo bien preparado para el pase de sustancias estupefacientes.
Durante mucho lo tiempo la Benemérita estuvo deteniendo a conductores con droga escondida siempre en el mismo lugar, signo inequívoco de que existía una organización para proceder a alimentar ese negocio del narcotráfico a pequeña escala, pero constante.