Las madres de los alumnos del colegio Severo Ochoa, en Hadú, han dicho: “¡Basta!”. Desde hace más de tres semanas el colegio sufre un “hedor insoportable” que parte de los matorrales del solar que colinda con este centro educativo de Ceuta. Además, durante años han exigido un nuevo acceso.
Fatima Mohamed y Meriem Ayora han alzado la voz en nombre de todas las madres del colegio, quienes velan por el bienestar y salud de sus hijos. Han estado acompañadas por muchas otras, mostrando así su apoyo y denunciando el estado de abandono que sufre el entorno del centro escolar.
Foco de protesta
El principal foco de su protesta es el solar colindante, un terreno sin uso que desde hace años se encuentra cubierto de maleza, basura y que desprende un hedor insoportable que se ha acrecentado desde hace tres semanas atrás.
Esto deriva en la presencia de mosquitos, arañas, otros insectos, bichas e incluso pueden existir cadáveres de animales muertos allí.
¿Un animal muerto?
Este olor parece proceder de un animal muerto, pues dada la situación de crecida de los matorrales “no se puede ver lo que hay ahí debajo”.
Aunque en días recientes se han realizado labores de limpieza superficial, estas acciones fueron motivadas únicamente por la visita próxima de este medio de comunicación.
“Cuando se han enterado de que viene El Faro, han venido, por lo que se ve, a limpiar por encima. Todavía no han limpiado tanto, quedan matorrales”, denuncia Mohamed.
Este problema no es nuevo
Las familias explican que el problema no es nuevo. Desde antes de la pandemia vienen solicitando una solución integral tanto para la limpieza del terreno como para la apertura de un nuevo acceso que facilite la entrada desde la barriada.
Actualmente, los padres y madres se ven obligados a dar un gran rodeo para llegar al centro educativo, lo que supone un trastorno diario, especialmente para quienes acompañan a niños pequeños o tienen movilidad reducida.
Visita de técnicos que no llegan a puerto
“La semana pasada vinieron con el técnico de Obimasa, el director del colegio y un responsable de la barriada. Han visto el problema, pero esto lleva años igual. Queremos un paso para que los vecinos y los niños puedan acceder sin saltar el muro”, reclaman.
El temor a que el solar se convierta en un foco de infección es real. Según denuncian, el lugar ha sido utilizado como depósito de basura donde personas ajenas al colegio arrojan deshechos, y donde, afirman, a menudo se congregan menores no acompañados para fumar u otras actividades.
“Algún día ocurrirá una desgracia”
“No sabemos lo que puede haber ahí: perros, gatos, bichas… Esto va a terminar mal. Hay niños que saltan la valla para ir al instituto. Algún día puede ocurrir una desgracia”, alertan ambas.
Otro de los motivos de preocupación es la inminente interrupción de la carretera que utilizan habitualmente para llegar al colegio, en obras por la reforma integral de la barriada.
Carretera cortada: otro problema
Las madres aseguran que, con este corte, no habrá otra opción que atravesar por el terreno del solar, lo que consideran “imposible” en su estado actual. “Esta semana cortan la carretera y por ahí no se puede acceder con niños tan pequeños. Necesitamos soluciones urgentes”, reiteran.
El colectivo de madres afirma que llevan tiempo intentando contactar con la Consejería de Educación y con el consejero Alejandro Ramírez. Según han informado, el presidente de la barriada, Frugui, ha solicitado una cita para trasladarle la situación, pero insisten en que no pueden esperar más, pues ya han esperado durante mucho tiempo.
Soluciones urgentes
“Lo que reivindicamos es que esto tiene que ser ya. No podemos seguir así. Esta situación no es nueva, lleva años y no se actúa porque no hay firma, no hay voluntad. Queremos que se actúe ya”, dicen con contundencia.
Puertas adentro el colegio funciona bien, no existen quejas de este. Solo piden que se solucione este problema fuera, “que nos den un acceso seguro y que limpien el solar”.
La comunidad educativa del Severo Ochoa espera que sus demandas no vuelvan a ser lanzadas a la basura.
Promesas incumplidas
Tras años de promesas incumplidas, las familias aseguran estar cansadas de respuestas a medias y exigen una actuación definitiva y a corto plazo.
La solución está en manos de la Ciudad. Mientras tanto, los alumnos continúan accediendo a su centro educativo cada día rodeados de matorrales, basura y saltando un muro que puede provocar una desgracia en algún momento.
Durante la estancia de El Faro en las inmediaciones del colegio, ha podido ser testigo de cómo los jóvenes saltan este muro, atraviesan el solar lleno de matorrales y continúan entre las malezas para llegar a casa, así como del olor que brota del solar mencionado.
Este terreno es privado, por lo que estas madres desean que su dueño aparezca y si no es así, que la Ciudad actúe en consonancia.
Es todo bien sencillo!!! Es de propiedad particular?? Aviso al dueño y que lo limpie!! Sino sanciones duras por sanidad y cualquier consejeria con potestad sancionadora!!!Es del ayuntamiento ?? A que espera para hacer la limpieza y orden de ese espacio??? …. Ineptos!!!!