Son situaciones extremas. Situaciones en las que vida y muerte chocan en un mismo escenario. Que la batalla la gane precisamente la vida es la encomienda que persigue el Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Ceuta. En días de tiempo adverso, como este martes, se roza el límite.
Componentes del Servicio Marítimo han rescatado del mar a jóvenes que pretendían cruzar a Ceuta desde Marruecos poniendo en peligro su integridad física. Las imágenes de El Faro evidencian hasta qué punto se registran situaciones límite.
En el mar, los nadadores intentan hacerse fuertes frente a las olas. En muchos casos son guiados por los llamados motores humanos. La Guardia Civil, mientras tanto, hace malabarismos con su embarcación para lograr localizar a estos jóvenes y, después, subirlos, no son dificultades, para trasladarlos con urgencia a las dependencias de la Compañía Fiscal.
Todos se coordinan en una maquinaria que debe funcionar porque lo que se tiene delante son vidas en riesgo y ahí no caben fallos.
Muertes, tragedias e historias
Los fenómenos adversos llevan a los inmigrantes a optar por arrojarse al mar iniciando travesías complicadas. Saben que son mucho más duras y peligrosas, pero piensan que habrá menos control y el cruce a Ceuta será exitoso.
Ha habido muertes, este 2025 dos solo en días. El pasado año se cerró con casi 30. Muertes de nadadores que se vieron arrastrados al cruzar a nado o que fueron arrojados por pateras en puntos de elevada peligrosidad por las corrientes como son Santa Catalina o el Recinto.
Son cifras, pero tras ellas hay historias, las de familias rotas, viudas, hijos que se quedaron sin sus padres. Esas tragedias se siguen escribiendo en la frontera sur sin freno.
Son historias duras a las que se suman otras marcadas por la incertidumbre del paradero de quienes desaparecieron entre las olas.
La Guardia Civil sigue realizando un servicio en todos los momentos y situaciones, que hacen que sean reconocidos y apoyados por todos los ciudadanos españoles, siempre. Saludos desde Begoña.