Las elecciones a la presidencia del Consejo de Cofradías de Ceuta están a la vuelta de la esquina. Este jueves, la candidatura de Juan Carlos Aznar (Ceuta, 1957) fue definitivamente confirmada y, por tanto, se medirá con la encabezada con Juan Jesús Bollit. Entre sus ideas se encuentran impulsar a las cofradías caballas y mantener el sentido cristiano de las hermandades.
El primero de los candidatos en anunciarse dijo que su proyecto contempla “regresar a lo que ya vinimos haciendo en el mandato anterior”. Con esto, no se refirió a Aznar a llevar a cabo las mismas actuaciones sino a mantener la misma línea de trabajo que venía desarrollando en servicio a las hermandades de Ceuta. “Nosotros estamos para ayudar a las hermandades que lo necesiten”, dijo Aznar en una muestra de sincera disposición de servicio.
Fuera de micrófono, el candidato reconoció que no tenía intención de presentarse a esta convocatoria. Fue la insistencia de determinadas personas con relevancia dentro del ámbito de las hermandades quienes le insistieron en que regresase a la primera línea. “Ahora tengo tiempo, ganas y más conocimiento que entonces”.
Aznar no esconde su honda preocupación por la situación actual que viven las cofradías de Ceuta. “No considero que el único problema sea la supuesta desidia achacada a la ciudad”. Desde ahí parte su análisis. “Yo no sería capaz de ‘tirar’ tanto a una ciudad a la que amo profundamente”, continuó en sus palabras. Aznar no tiene empacho en ser sincero y en apuntar a quien ejerce las responsabilidad de gobierno, “respetando profundamente” a quienes las ejercen hasta el momento. Aznar consideró en sus palabras que la actual situación de desánimo se debe “también porque se ha dejado hacer sin criterio, lo que ha tenido como consecuencia un bajón muy evidente”.
Aznar, que siempre se ha considerado a sí mismo una persona muy sincera pero, también, muy crítica, señaló que “indudablemente, habría que estar con los ojos muy tapados para ver que se ha sido muy permisivo con determinadas acciones que han ido en detrimento de todas las cofradías”. Estas palabras le producen preocupación y así lo contaba.
Su proyecto, del que dice que “no viene a salvar a nada ni a nadie” porque “no me considero un salvapatrias”, abordará los principales problemas que actualmente padecen las cofradías de Ceuta. “No vamos a entrar como un elefante en una cacharrería. Vamos a poner los medios necesarios para ayudar a las hermandades”. Sin embargo, no evita advertir que todas las hermandades deben entrar por el mismo camino y debe aplicarse “el mismo criterio” para todas las cofradías, sin hacer excepciones.
“Intentaremos plantear soluciones a los problemas pero sabemos que no se van a solucionar en cuatro años”, advierte muy serio pero muy esperanzado.
Juan Carlos Aznar no piensa en tirar la toalla. “Juventud, caridad, formación y poner a las hermandades en la línea en la que deben estar” son las guías fundamentales de su propuesta, sin renegar de su labor. La principal, a la que siempre hace referencia, es la de “estar convencido de que los cristianos debemos estar dando manifestaciones de fe constantemente”. Aznar huye de titulares “derrotistas” y quiere que las cofradías de Ceuta sean un referente para los caballas.
“Lo tengo muy claro: me gustaría que nuestras hermandades volvieran a estar en el auge que siempre las ha caracterizado”. Esa es la propuesta de Aznar.