La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de los Dolores de Ceuta, conocida popularmente como Medinaceli, ya cuenta con un nuevo vestidor.
Su Junta de Gobierno designó en el último cabildo de oficiales a José Carlos Hernández Ruiz como el encargado de vestir a sus sagrados titulares.
¿Cuáles fueron sus comienzos como vestidor?
Mi trayectoria empezó siendo casi un niño, es una cosa que siempre ha ido en mí, en mi recuerdo. Es algo que me ha acompañado toda mi vida, la inquietud por saber cómo se visten las vírgenes, cómo se arreglaban, en qué orden.
Es verdad que siendo muy pequeño ya jugaba a las procesiones y a vestir a las vírgenes en mi casa. Desde muy pequeño tenía esa inquietud y lo que hacía era que con la virgen que tengo en casa copiar una y otra vez un tocado con una foto de la Esperanza Macarena montada en su paso de palio y la recreaba con mi dolorosa. Una estampa que me encanta, porque lucía la virgen preciosa con un encaje de tela de guipur. Ahí empiezan mis primeros recuerdos como vestidor.
¿Qué otras imágenes procesionales viste actualmente?
Visto a mi virgen, que es la Soledad de Puerto Real, también a la del Mayor Dolor del Nazareno de su municipio natal, luego a la Esperanza de la hermandad del Amor, a la Victoria de la Expiración, a la del Mayor Dolor de la Buena Muerte, estas tres de Cádiz, la del Rocío de la Tercera caída de Sanlúcar de Barrameda, a la de los Desamparados de la misma cofradía de Parque Alcosa de Sevilla, las Angustias de Vejer de la Frontera, junto con, ahora, Nuestra Señora de los Dolores de Ceuta.
Me gusta que mis vírgenes estén bien equipadas. Muchas hermandades se ponen en contacto conmigo para vestir sus imágenes. Me gusta sentir lo que hago y agradecer a la gente a mi alrededor y cómo no a mi virgen por lo que tengo, por esta oportunidad y yo creo que soy vestidor por mi virgen de la Soledad y quiero seguir con ella hasta que me muera.
¿Cuál fue su formación?
Formación como tal es algo que todos los vestidores lo desarrollamos de una manera u otra y en mi caso es totalmente autodidacta. Es verdad que siempre estoy afín a un estilo o a una forma de vestimenta que se va desarrollando según van pasando los años, según vas vistiendo a más imágenes.
Es verdad, que como no tuve maestro como tal sí tengo grandes referentes y me empapo de su estilo y su forma. Es más, algunas veces me invitaron a los cambios de las vírgenes y también pude participar. Es una cosa muy bonita porque ves cómo otros compañeros desempeñan su arte con la virgen. Poquito a poco, con el paso del tiempo uno va perfeccionando la técnica y la forma de hacerlo.
¿Cuál es su estilo?
Tengo un estilo bastante clásico, sin inventos ni extravagancias. Me gustan las cosas bien puestas con unas anchuras justas de volumen. Soy un vestidor que valora bastante las proporciones, la simetría. Como referente tengo a muchos compañeros que son muy jóvenes y lo hacen muy bien, que abrieron la veda, muchos artistas a día de hoy, que han puesto muy fácil las cosas.
Hay que tener en cuenta lo que pasaron los anteriores y lo que aportaron a las vírgenes que vestían. Entre mis referentes Juan Carlos Romero, Grande de León, Leandro González o Álvaro Abril y de los antiguos Pepe Garduño, sin pretenderlo fue el maestro, porque todos pusimos las miradas en él y su arte.
¿Cómo recibió la noticia de ser el nuevo vestidor?
Primero me llamaron por teléfono. Al principio me replanteaba mucho por la distancia y me gusta tener un control casi diario de las vírgenes que visto, porque creas mucho vínculo y con la gente de la hermandad y es algo que me gusta cuidar y estar pendiente por si alguna vez pasa algo poder acudir, siempre intento dar lo mejor.
¿Qué primera impresión tiene de la hermandad?
Ya conocía a las imágenes, al Señor nunca lo había visto, pero es muy conocido en la península el traslado que hacen desde el Príncipe hasta su casa hermandad por la gran cantidad de gente que lleva.
La virgen la conocí en persona por la Magna Mariana de Ceuta celebrada en 2018. La verdad que estoy muy contento, porque me parece que el Señor es de esas grandes devociones que se heredan de padres a hijos. La virgen es de gran belleza, ella me va a aportar más a mí, que yo a ella.
¿Cómo fue el primer contacto con la cofradía?
Ya conocí la casa hermandad, los enseres de los titulares tanto los procesionales como los cultos internos. Es una cofradía muy completa. Además, de lo que ya tienen, iremos enriqueciendo su ajuar.
¿Cuándo volverá a Ceuta para ejecutar el próximo cambio?
Volveré en el próximo cambio de vestimenta de la virgen, que será a principios de año y para vestirla de hebrea, puesto que la Semana Santa cae muy pronto este año. Tengo muchas ganas porque es una ciudad que me gusta mucho. Además, he asistido en varias ocasiones a la procesión de la Patrona, la Virgen de África. Los que me conocen saben lo importante que es para mí esa devoción, también la hacia Santa Beatriz de Silva.