Ya han llegado. No hay sueño, no hay descanso, no hay momento para estar en casa. Ceuta quiere estar con su equipo, con los héroes del ascenso, con los jugadores que han logrado devolver la alegría que tanto necesitaba esta tierra.
Con JJ, el Guardiola de Gerena, y Luhay, quien siempre prometió alcanzar este sueño, se ha logrado que el Ceuta esté en Segunda División.
De madrugada han cruzado por esa puerta nuestros ídolos, porque lo son ya para todos. Y ahí estaban cientos y cientos de caballas esperando.
Gritos, aplausos, cánticos y fervor. Porque sí, porque se les quiere, porque ellos, los que integran el equipo de la AD Ceuta lo son todo.
Con el equipo
Esta madrugada no se duerme en Ceuta, esta madrugada hay que estar con el equipo que ha tenido el recibimiento merecido.
Y con ellos han llegado en el mismo barco los aficionados, los que se han desplazado a Fuenlabrada para estar con ellos.
Son grandes, son los que han echado kilómetros para estar al lado de los suyos.
Ha sido una llegada histórica. Una marea blanquinegra ha llenado la Estación Marítima para vivir una noche que quedará en el recuerdo.
Cánticos, abrazos y sobre todo muchas lágrimas de mayores y niños que vivían y disfrutaban de una misma ilusión: el Ceuta está en Segunda División.
Una ciudad volcada con el Ceuta
Con muchos minutos de retraso, el barco llegaba a nuestra ciudad pero eso no importó porque los aficionados estaban esperando emocionados y con mucha ilusión.
Los jugadores han sentido el calor de una ciudad que ha estado volcada, que han estado durante horas celebrando un ascenso histórico.
En cuanto se han abierto las puertas de par en par, la locura se ha apoderado de la Estación Marítima. Cánticos de “Ceuta, Ceuta” y muchos abrazos. Se notaba que la afición quería estar con los héroes de este ascenso, con sus jugadores.
Una ilusión que se ha transmitido a todos y por eso se notaba en la emoción de cada uno. Eso se pudo notar en, por ejemplo, el entrenador del conjunto caballa, José Juan Romero. Un técnico que se ha ganado el respeto de todos y que se le tiene un cariño enorme.