Definitivamente se ha instalado entre nosotros el mantra del Golpe de Estado de los separatistas catalanes de 2017, con su Declaración unilateral de independencia y su referéndum ficticio. A partir de ahí, para los extremistas de derechas es imposible el dialogo. Solo está permitido el empleo de la fuerza. Sin embargo, esta demostración de fuerza sirvió para poco. Cárcel para algunos. Procesamiento para unos cientos y una de las mayores crisis territoriales que se recuerdan en nuestro país.
En puridad, Golpe de Estado sería la toma y destitución del gobierno y los poderes de un Estado. Es decir, la toma ilegal del poder por parte de una facción política, un partico político, una secta, un grupo rebelde o militar. Por tanto, esto no llegó a suceder en Cataluña en 2017. Sin embargo, en el año 1936, un grupo de militares a las órdenes del general Franco, sí realizaron un pronunciamiento militar, con resultado de guerra civil, que duró tres largos años y que, posteriormente, mantuvo una situación de represión permanente contra los vencidos y sus familias. Lo curioso es que los que siguen insistiendo que en 2017 hubo un Golpe de Estado, se les olvida, y hasta perdonan, lo que sí ocurrió el 18 de julio de 1936.
Ya sé que algunas y algunos me van a decir que siempre estamos queriendo desenterrar los muertos de las cunetas y que debemos de olvidar. Pero estos mismos, continuamente siguen desenterrando los muertos de ETA, para echárselos a la cara a los que, quizás, tienen más víctimas de esta violencia entre sus militantes. Una cuestión de matices.
Lo que no esperaba yo es que, hasta en una celebración del día de la Constitución Española, las mismas autoridades convocantes, usaran el acto para ofender gravemente al presidente. En concreto, esto sucedió en la última conmemoración del día de la Constitución Española celebrada en le Plaza de España (antigua Plaza Baja) de mi municipio, Dílar, el pasado 6 de diciembre. La costumbre es cambiar la bandera, izando una nueva, al son del himno nacional. Suelen hacerlo unos niños. Al terminar, el alcalde y los representantes de los distintos Grupos Políticos presentes en el Ayuntamiento, dirigimos unas palabras al público asistente.
En el acaso del alcalde, pese a que apenas tiene los 40 años, habló de la convivencia entre españoles, de la gesta realizada por nuestros antepasados y de la necesidad del diálogo y la preservación de la convivencia. Eso sí, siempre manteniendo viva la “unidad de la nación Española”. Es decir, mezcló los libros de historia con las consignas que le habían dado desde la calle Génova, para tirarnos de las orejas a los que, a su juicio, no respetamos esa sagrada unidad de la Patria.
En el caso de los representantes socialistas, simplemente nos limitamos a recordar las funciones que la Constitución había reservado a los municipios y cómo se constituía el poder municipal. “La Constitución garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán elegidos por los vecinos del municipio mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreteo, en la forma establecida en la ley. Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos….”. Los vecinos eligen a los concejales y estos al alcalde. Igual que ocurre en el Parlamento español con los Diputados y el Presidente del Gobierno.
Lo anormal vino de la mano de la concejala de VOX, que leyendo lo que le habían dictado desde el “sanedrín” de su partido, nos dijo: “…Nos encontramos viviendo un golpe de Estado contra España como el de 2017, ahora perpetrado directamente desde La Moncloa por Pedro Sánchez, …” . Algunos de los presentes, seguidores del PP, aplaudieron con mucho entusiasmo estas palabras.
Al parecer, esto no fue suficiente para el alcalde del Partido Popular. En un ataque de comportamiento democrático, pidió a los presentes que si alguno quería dirigir unas palabras, que lo hiciera. Y sí, hubo una persona del público que pidió hablar. Nos dijo que ella no sabía nada de lo que decía la Constitución Española, pero que sí estaba segura de que los políticos la incumplían. Y también estaba segura que Pedro Sánchez ya había dado un Golpe de Estado desde que en 2018 promovió la moción de censura contra Mariano Rajoy. Casualmente, este alcalde se destaca por no permitir hablar a la oposición en los plenos y por cortarles e insultarles permanentemente a través de actos de provocación que están vetados a los presidentes de las Corporaciones.
El artículo 504 del Código Penal castiga a los que “calumnien, injurien o amenacen gravemente al Gobierno de la Nación….”. Casualmente, esta concejala de VOX es abogada en ejercicio. Toda una temeridad y una provocación, consentida por la derecha del PP y jaleada por personas, en muchos casos ignorantes, y en todos ellos, irresponsables.
Habrá que seguir trabajando en las instituciones, sin hacer caso a estas provocaciones.
A falta de pan, buenas son tortas