La Expiración se lleva consigo una pieza histórica de la Semana Santa. La hermandad, que le echó el ojo a este paso hace un tiempo, ha logrado hacerse con él y adquirirlo. Una vez comprado, ha viajado hasta Ceuta para prepararlo de cara al Viernes Santo.
La cofradía ya respira tranquila porque sabe que este año ya es más que seguro que podrán, al fin, procesionar sin ruedas. Será la primera vez que lo haga con cargadores siempre y cuando la meteorología no haga de las suyas.
Los integrantes de la corporación viven con expectación la llegada de este momento, ya que supone un antes y un después para ellos. “Es un gran acontecimiento no solo a nivel interno, sino para todos los ceutíes”, considera África Melgar, hermana mayor.
Guardado en un almacén
Desembarcó en la ciudad hace en torno a una semana y permanece refugiado en un almacén por falta de espacio en la sede en Bermudo Soriano. Actualmente los hermanos realizan distintas pruebas con él para que todo encaje a la perfección.
Los caballas aún no podrán verlo hasta su salida en la vía pública en abril, pero pueden hacerse una idea de cómo es de forma anticipada si buscan fotografías. Es una pieza veterana en este terreno. Ha pasado por varias cofradías antes de caer en manos de la Expiración.
Fechada en 1940, fue obra de Manuel Casana, artesano y ebanista sevillano. “Las molduras de madera de la plaza España de la capital hispalense son de él. Tiene muchos trabajos allí. Siempre se lo caracterizó como un hombre bueno porque ayudaba a todos”, incide.
Cuarta hermandad
“Parece que dios nos lo ha puesto en el camino para que traigamos este paso hasta aquí”, comenta. Fue tallado para el Nazareno de San Fernando, pero fue adjudicado por El prendimiento de la localidad andaluza. Más tarde pasó a llevar sobre su estructura a la virgen del Amor de Chiclana.
“No es cedido. Lo hemos comprado con muchísimo esfuerzo”, expresa. “Es de madera y plata; una cosa preciosa. Ha tenido muchos novios, pero insistimos en que por favor nos lo aguantaran. Al final nos lo hemos quedado nosotros”, relata.
Melgar espera que este Viernes Santo no pase desapercibido para los vecinos de la ciudad cuando lo vean pasar ante ellos. “Me haría ilusión que la gente se volcara y no lo viera como algo más”, recalca.
Cargadores de San Fernando
La hermana mayor aprovecha la ocasión para explicar por qué tendrá cargadores de San Fernando y no de Ceuta. La razón es una cuestión de cálculos. El paso necesita un número considerable de personas.
No han sido suficientes los ceutíes los que se han ofrecido a ir bajo el cristo de la cofradía. Es por este motivo por el que recurren a un grupo de fuera. Estos portarán a las dos tallas sacras.
“Irán con ambos para que estén en consonancia. No podía ir uno así y el otro a costal. La Junta de Gobierno lo ha decidido así. Se han involucrado con nosotros como siempre, algo que es de agradecer”, cuenta.
Primeros ensayos
Antes de su partida este grupo no perdió el tiempo y realizó ensayos para habituarse a él. Aunque ya no lo tienen a su alcance, siguen en ello para estar listos para su viaje en esta Semana Santa.
“Desde el primer momento comentamos que quien quisiera unirse aquí en Ceuta lo único que tenía que hacer era ponerse en contacto con nosotros para hacer las prácticas pertinentes con ellos”, destaca.
No son las únicas novedades de este 2025. Se añade un pollero en la virgen, una pieza que se coloca donde cae el manto y unas jarritas violeteras en su parihuela. Estas últimas han sido sustituidas a raíz de un accidente que sufrieron.
Cuidar el patrimonio
“Son nuevas. El año pasado las partieron. Tenían la fe de coger unas flores, pero del tirón que les pegaron se vieron afectadas. Las hemos repuesto”, explican. Es por ello que Melgar hace hincapié en la necesidad de ver la importancia de estas artesanías.
“Es preciso tener cuidado con estos objetos. Hay personas que no se dan cuenta de su valor”, menciona. Al fin y al cabo, una procesión se traduce también a la exposición de un patrimonio cultural que debe ser respetado.
Misterio
Algunos caballas han tenido dudas acerca de si el cristo saldrá a solas en esta ocasión. La hermana mayor aclara de que el conjunto final es en realidad un misterio, pero que aún está en proceso.
No es posible aún atisbar con claridad esta composición debido a que está en camino de configurarse al completo. Este es un proyecto de gran envergadura que la corporación quiere abordar.
“Es preciso considerar que hemos desembolsado mucho capital ahora y que esto va poco a poco. Lo será en un futuro, no solo será la imagen como tal”, subraya. De hecho, ya tantean el terreno para ver opciones.
“Ya hemos ojeado a algunos artistas y haciendo presupuestos a unos y otros. El caballo sí estaría en el resultado final, pero de un modo más acorde a lo que es la estación de penitencia de la Expiración”.
Trabajos antes del gran día
La hermandad, de momento, limpia las numerosas piezas de orfebrería del palio. Calientan la cera para apartarla sin dañar estos delicados elementos. Frotan y agarran otra más.
Les queda mucho trabajo aún por hacer. Han sacado las túnicas para revisarlas antes de empezar a dispensarlas. Cerca de la mesa de trabajo, se encuentra la parihuela de la virgen, que es la que ponen al punto en estos días.
“Una vez termine esta tarea con todo el plateado, que es la más laboriosa, comenzaremos a encargar flores, cera y todo lo que sea necesario. Después, nos pondremos con la costura. Todos los años hay que hacer nuevos trajes”, señala.
Otro de sus deberes será poner en marcha la venta de velas con nombres, una iniciativa que ya se efectuó en 2024 y que tuvo una buena acogida entre los ceutíes.
La Expiración celebra este paso hacia delante y la incorporación a su patrimonio de un paso con recorrido que ha cargado con diferentes tallas sacras. Este año será el turno del cristo.