Cada 12 de marzo, se celebra el Día Europeo Contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios y este año, coincidiendo con el 15 aniversario del Observatorio Contra las Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), se han hecho públicos los datos de 2024, los más altos desde 2010. Llama la atención el número de agresiones comunicadas el año pasado, 847 (8.108 desde la creación del observatorio en 2009).
El 62,4 % fueron sufridas por mujeres, el 50.9 % estuvieron motivadas por discrepancias con la atención recibida, el 65,9 % se debieron a la demora en ser atendidos y el 46,5 % la llevaron a cabo pacientes programados. Aunque se ha modificado el artículo 550 del Código Penal que considera las agresiones a médicos como delito de atentado y se ha creado la figura del Interlocutor Policial Sanitario, cuya función es asesorar a la administración y a los representantes de los profesionales de la salud en la implantación de medidas preventivas especializadas, el número de agresiones no solo no ha disminuido, sino que ha alcanzado un récord histórico.
A la vista de las cifras, deberíamos plantearnos qué estamos haciendo mal para que esto ocurra y sobre todo, qué medidas podemos tomar para corregirlas y disminuir el número de agresiones. Está claro que algo falla y es la gestión de los centros sanitarios ya que, ni agresores ni agredidos están satisfechos con su funcionamiento. A los enfermos y a sus familiares les preocupan sobre todo los tiempos de espera (inaceptables cuando uno se encuentra mal) y la falta de empatía. A los médicos, les preocupa la falta de tiempo para escuchar y atender correctamente a sus pacientes, muchos de ellos están "quemados" tras años de ejercicio intentando hacer las cosas bien.
Ni unos ni otros están satisfechos con la situación y el resultado y el fallo, no siempre es de una de esas dos partes, sino de la forma de gestionar el tiempo y los recursos humanos.
¿Alguna vez se han puesto nerviosos por la falta de espacio en los armarios de su casa?. Seguro que sí, sin embargo, cuando los vacían y recolocan las cosas, se dan cuenta de que simplemente no habían aprovechado bien ese espacio porque no sólo cabe todo, sino que además aún queda sitio para poner más cosas. ¿Y se han preguntado por qué con la misma cantidad de personal, en unos centros las listas de espera son menores y la atención es mejor?. Acabamos de celebrar el Día Internacional de la Mujer y qué poco se valora a esas mujeres que durante años con los escasos sueldos de sus maridos, salvaban la economía familiar y es que en el fondo, todo depende de como sepamos gestionar los recursos tanto económicos como humanos de los que disponemos. Es hora de poner a la gente adecuada y no a los "amigos", en los cargos de libre designación, porque por desgracia, no todas las personas tienen el "don" de saber administrar los recursos y al final, médicos y pacientes buscamos lo mismo, la mejor atención para aquellos que la necesitan.
María Argentina Rey Fernández (Médico afectada de SQM)
¡Muy buen artículo doctora María Argentina, me ha gustado mucho!
Lo bueno que veo es que se pone en la parte del paciente y empatiza con él , no con esto quiero decir que justifique las agresiones, que lógicamente son injustificables, pero si que está con los pacientes.
Hay que luchar para que no haya agresiones contra los sanitarios, médicos de familia, especialistas, todo el colectivo sanitario en general, ya que están trabajando para ayudarnos, se merecen nuestro respeto y admiración en la inmensa mayoría de los casos.
Decir que la Sanidad Pública debería de estar mejor gestionada y que necesita de más personal, para que se pueda ofrecer una mejor atención al paciente.
La falta de medios tanto materiales como humano es muchas veces responsable del nerviosismo de los pacientes, lógicamente esto no justifica una agresión ni mucho menos.
Así es, nada justifica las agresiones al personal sanitario porque simplemente intenta ayudarnos, a veces en condiciones muy precarias que reflejan esa mala gestión. Como pacientes deberíamos aprender a ser respetuosos con el personal y si no estamos de acuerdo con su actuación, poner una reclamación pero no agredirles. No son pocos los profesionales que tras una agresión han de permanecer largo tiempo de baja laboral, lo que no hace sino contribuir a aumentar el problema ante la escasez de personal. Gracias por tu comentario.