Las actuaciones llevadas a cabo para dragar el foso ya vienen con retraso. El anuncio de fechas siempre es malo porque acostumbran a fallar. Se informó que el 14 de abril estarían finalizadas, no pensaron en los temporales, pero tampoco en haber comenzado antes.
Ahora nos cuentan que confían en esa finalización en mayo. Esperemos que sea así, sobre todo por la incertidumbre que pesa en el sector náutico, en los que dependen del tránsito por el foso no solo por ocio, sino porque viven prácticamente de ello.
La actuación de dragado ha sido una asignatura pendiente de años. Si revisamos en la hemeroteca podemos encontrar cuantiosos titulares de noticias que fueron ciertas en su escritura y narración, pero no en el compromiso político porque no se cumplió.
No fue hasta que los afectados amenazaron con ir al juzgado cuando las administraciones empezaron a moverse después de tirarse la pelota una a otra. Nada nuevo en política.
Ya saben, quienes nos mandan se ponen nerviosos cuando se les pone sobre la mesa la existencia de peligros que pueden derivar en consecuencias trágicas que tendrán unos responsables con nombres y apellidos. Eso siempre da miedo, porque todo lo que huele a juzgado pesa.
La campaña de verano está a la vuelta de la esquina, habrá que ser honestos a la hora de comparecer para constatar que sí será posible terminar ese dragado antes del 1 de mayo, es decir, en dos semanas, o nos meteremos ya en los periodos que más afectan a un sector que ha aguantado demasiado.
Mejor ir con la verdad por delante, porque cualquier incumplimiento se puede volver en contra.