Los decomisos de hachís no cesan en el lado marroquí de la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos.
En las últimas horas los aduaneros marroquíes han llevado a cabo hasta 3 detenciones en servicios que se han saldado con el decomiso de 87 kilos de esta droga.
Las intervenciones, tal y como avanza el medio assabah.ma, se han realizado con solo horas de diferencia. Junto a los aduaneros han cooperado unidades de la Policía marroquí.
Un neerlandés de 61 años con 5,4 kilos
En la primera operación se detuvo a un neerlandés de 61 años que ocultaba 5,4 kilos de hachís.
El hombre levantó las sospechas de los agentes que, tras registrar el vehículo, dieron con la droga escondida en el salpicadero.
Se procedió a su arresto, intervención del coche empleado como medio para el tráfico de estupefacientes y aprehensión de la sustancia estupefaciente.
Dos jóvenes marroquíes
Poco después se produciría la intervención mayor, que se saldó con la detención de dos mujeres marroquíes con 81,8 kilos de hachís.
Las dos tienen 24 años y en el caso de una de ellas reside en el extranjero. La droga estaba perfectamente escondida en un doble fondo practicado en el suelo del coche que quedó intervenido.
Las chicas fueron arrestadas por verse implicadas en un delito de tráfico de estupefacientes que ahora está bajo investigación.
Posible relación de los casos
Los tres detenidos fueron puestos a disposición de la Policía Judicial, que investiga si forman parte de una red internacional de tráfico de drogas. Según fuentes policiales, la sofisticación de los escondites utilizados y la coordinación de los viajes apuntan a que no se trata de casos aislados.
Estas meras sospechas están siendo objeto de análisis por parte de los investigadores en los movimientos de tráfico de drogas que usan la puerta del Tarajal.
En las últimas semanas ha repuntado este tipo de sucesos, que vienen a ser coincidentes con la fase de retorno de la OPE, denominada en Marruecos, Operación Marhaba.
Tarajal, la puerta de la droga
El Tarajal se erige en puerta de entrada de la droga procedente de Marruecos, es el filtro que buscan sortear los eslabones de las redes de narcotraficantes.
Entra en Ceuta hachís y salen pastillas hacia Marruecos. Es una vía constante para la comisión de delitos en la que los controles de las fuerzas de seguridad se centran en mermar ese tráfico y golpear a las redes que mueven muchísimo dinero a costa de esta práctica delincuencial.
En los últimos meses no solo ha habido decomisos de hachís sino también de psicotrópicos además de cocaína. Con los primeros se elabora el conocido como karkubi.
Bab Sebta, el cruce con mayor número de detenciones
Bab Sebta, nombre con el que Marruecos designa el cruce fronterizo con Ceuta, vuelve a situarse en el centro de una intervención doble contra el narcotráfico.
La presión en este punto no se limita únicamente al tráfico tradicional de hachís, sino que también se extiende a drogas duras como la cocaína.
La Operación Marhaba, que facilita el paso de miles de marroquíes residentes en Europa hacia su país de origen, también implica un enorme desafío para el control aduanero y la seguridad.
De hecho, se exige en este periodo una mayor revisión de los tránsitos de vehículos y personas a sabiendas de que se va a pretender la comisión de algún delito. Así se deduce de las continuas actuaciones, amén de decomisos y no solo de estas sustancias, incluso se ha dado con elevadas cantidades de dinero.






