La Ciudad sigue empeñada en la recuperación de su patrimonio histórico con el avance de las obras de adecuación del acceso al Baluarte de la Bandera y las Bóvedas Anejas. Este enclave, situado en el conjunto monumental de las Murallas Reales, se transformará en un Centro de Interpretación que combinará historia, cultura y espacio público.
El proyecto no solo permitirá abrir al público una zona hasta ahora restringida, sino que dotará a la ciudad de un nuevo espacio urbano moderno y funcional, pensado tanto para vecinos como para visitantes. Se trata de una actuación clave en la estrategia local para revitalizar el patrimonio fortificado y reforzar su atractivo turístico.
Desde hace unos meses, los operarios de la empresa Acota2 Servicios y Mantenimiento trabajan en el área, que ya muestra los primeros avances con la demolición de estructuras interiores en las bóvedas.
La intervención marca una fase decisiva dentro de un plan que busca integrar esta parte de las murallas en la vida cotidiana de la ciudad.
Integración urbana y conservación patrimonial
Con una inversión de 232.057 euros y una superficie de actuación de 725 metros cuadrados, la obra tiene como objetivo principal mejorar el acceso y la conexión visual del Baluarte con su entorno urbano. El futuro Centro de Interpretación se ubicará dentro de las Bóvedas Anejas y contará con una sala exterior a modo de plaza pública que servirá como antesala al recorrido expositivo.
El diseño busca potenciar el valor arquitectónico de las estructuras originales y facilitar una experiencia cultural accesible y atractiva para el visitante. Esta combinación entre funcionalidad moderna y respeto patrimonial es una constante en los proyectos recientes de recuperación del conjunto de las Murallas Reales.
Los arquitectos responsables han subrayado que la actuación pretende equilibrar conservación y uso público, apostando por criterios de sostenibilidad técnica, viabilidad económica y respeto constructivo. El área de intervención se sitúa en el extremo noroccidental, junto al acceso al Baluarte del Torreón, donde actualmente un patio cerrado por una verja metálica limita el paso y la visibilidad del conjunto.
Tres fases para recuperar un enclave histórico

El plan de actuación se divide en tres fases: restaurar, rehabilitar y reconfigurar.
En la primera, se busca recuperar la forma y volumen originales de las bóvedas, consolidando los materiales auténticos y preservando los restos de valor arqueológico o artístico. Estos elementos se integrarán en el recorrido del futuro centro como piezas museográficas que narren la evolución del espacio.
La fase de rehabilitación plantea una intervención discreta y respetuosa, evitando reconstrucciones ficticias. Se utilizarán materiales contemporáneos y neutros que convivan con lo histórico sin competir visualmente, reforzando la armonía entre pasado y presente.
Finalmente, la etapa de reconfiguración interior adaptará las bóvedas a su nuevo uso museográfico. Se apostará por un diseño sobrio que destaque el volumen arquitectónico y el carácter monumental del espacio, dotándolo de una nueva funcionalidad cultural y didáctica.
Un entorno urbano renovado y sostenible
El proyecto incluye también una reordenación paisajística y urbanística del entorno, con el fin de convertir el acceso al Baluarte en un punto de encuentro ciudadano. Entre las actuaciones previstas figura la retirada de la verja metálica, la eliminación de vegetación inadecuada y la sustitución del pavimento por materiales más acordes con el conjunto histórico.
Además, se proyecta la creación de una sala exterior ajardinada con palmeras, mobiliario urbano, iluminación ornamental y un sistema eficiente de drenaje de aguas pluviales. Estas mejoras se completarán con la optimización de los accesos desde la Puerta Califal, reforzando la conexión entre los diferentes espacios patrimoniales.
La actuación, enmarcada en la política municipal de revitalización urbana sostenible, busca devolver este espacio al disfrute ciudadano y fortalecer su valor como recurso turístico y cultural.
Patrimonio vivo para una ciudad abierta
El Baluarte de la Bandera se perfila así como un nuevo referente turístico-cultural de Ceuta. La intervención no solo rescata un espacio de alto valor histórico, sino que lo transforma en un símbolo de diálogo entre pasado y presente.
Con esta actuación, Ceuta reafirma su compromiso con la puesta en valor del patrimonio y la creación de entornos que conjuguen memoria, belleza y funcionalidad. La apertura del Centro de Interpretación, junto al nuevo espacio público, promete convertirse en uno de los principales iconos culturales de la ciudad, consolidando su imagen como destino de patrimonio vivo y accesible.






