Un vecino de Ceuta tacha de “ilógica” la demora en la revisión de su caso. Padece una discapacidad y precisa de una actualización, sobre todo, para que a nivel laboral se dé una adaptación de su puesto para que este se adecúe a su nueva realidad. Solicitó una cita en septiembre de 2023 y aún sigue pendiente de recibir un nuevo certificado.
Fuentes consultadas por El Faro explican las razones que hay detrás de esta tardanza que afecta a más ceutíes en una situación similar. Son dos factores fundamentales los que se conjugan y los que empujan a que el atraso aumente. Se debe fundamentalmente al cambio de modelo de baremación a raíz de la publicación de un nuevo decreto y lo que ello supone a la hora de informatizarlo. El programa digital debe configurarse para incorporar este sistema de valoración. A todo ello se suma que, según señalan, es difícil encontrar profesionales especializados en este ámbito.
El cambio de modelo es la principal causa del atraso en la atención de estos casos
La demora lleva a plantear posibles medidas, entre ellas, la de pedir la contratación de más expertos en la plantilla de Ceuta para contrarrestar la problemática que genera el volumen de solicitudes sin resolver.
Usuarios de CERMI ya informaron a este periódico que actualmente el tiempo de espera alcanza los dos años. La asociación corroboró que estas modificaciones en la evaluación interfieren, de momento, en estas consultas. La falta de personal también fue otro de los factores señalados por la entidad, que a nivel nacional elabora informes sobre este asunto.
El ceutí afectado asegura que “son muchos” los que comparten esta misma experiencia y que mes a mes ha preguntado sobre su situación sin tener una solución. Insiste en que “es consciente” de este déficit de funcionarios reflejado en los estudios de la organización. “Lo del modelo no justifica esta dejadez”, expresa. “¿Qué culpa tenemos nosotros frente a esto?”, se pregunta. “Estamos en un limbo”, comenta.
Hace hincapié en que por su parte hace todo lo posible para mantenerse en el mercado laboral y que no deja de formarse. “No tiro la toalla”, afirma. “Tengo que tener registro de mi situación física, psíquica y social para poder estudiar o incorporarme a un puesto. Necesito algo que lo acredite”, expone.
Hay que poner solución a esto. Mi hijo recibe la ayuda de Seguridad Social mensual y no nos la han paralizado porque nos dieron un certificado de que mi hijo “no deja de ser minusválido por el retraso del Imserso”. Pero eso no vale más de un año. Entonces le suspenderán esa ayuda y la perderá los meses que sigamos esperando. Por otra parte HACIENDA dice que este certificado no sirve y por lo tanto no recibimos la ayuda mensual de familia numerosa más discapacidad. Así que supongo que en la declaración también perderemos la desgravación porque no les consta como minusválido cuando tiene un 35% pero ahora esperando el nuevo porcentaje por agravamiento.
Yo llevo esperando un año. Entiendo que no es culpa del personal, conmigo el trato siempre ha sido excelente ¿pero alguien tendrá que ser responsable de esto, no? o vamos a estar así siempre.
Llevo once meses esperando mi nueva valoración. Me encuentro peor y ya necesito caminar ayudada de una muleta. Todo esto me está afectando no solo en lo físico.
Debo decir que en el IMSERSO de El Morro siempre me atendieron muy bien, todo el personal es excelente. Entonces, ¿cual es el problema de tanta tardanza?.
Me solidarizo con esta señora por lo que está pasando, estoy podría ser encuadrado en un maltrato Institucional. El el papel que te entregan en el INSERSO dice bien claro que tienen tres meses para resolver, pero quiero dejar bien claro que hay personas que desde mayo del año pasado llevan esperando la resolución del grado de discapacidad que han solicitado. Es una poca vergüenza lo que está pasando y mucho más que lo estén padeciendo discapacitados y personas muy necesitadas