Lo que está haciendo la Agrupación Deportiva Ceuta en la Primera RFEF este año será difícil de igualar, la menos hasta el momento. El equipo funciona y ha cautivado con su fútbol a una afición que ya empieza a soñar con el salto al fútbol profesional. El zarpazo de ayer de los de Romero en el Alfredo Di Stéfano tras superar por un gol al Real Madrid Castilla no ha sido más que la constatación de que ese anhelo de llegar a la Segunda División está al alcance.
Solo restan cuatro jornadas para que acabe el campeonato y los ceutíes dependen de sí mismos para lograr el ascenso.
La ciudad se está volcando con el equipo y el nivel de confianza de la directiva, la plantilla y el cuerpo técnico es total. Ahora queda rematar la faena y que el añorado paso a una categoría como la Segunda se culmine lo antes posible. Serán cuatro finales, cuatro partidos en los que la afición va a estar sí o sí con el equipo.
La responsabilidad es de toda la entidad, pero saben que tienen detrás empujando a una ciudad a la que el fútbol profesional le puede abrir muchas puertas. En primer lugar, en la promoción de Ceuta en el resto de España, como ya se ha visto en otros equipos que, tras deambular por las categorías inferiores del fútbol español, el paso a la Segunda se ha convertido en un escaparate, sobre todo desde el punto de vista de la televisión y la atención mediática que genera la categoría. La cautela es más necesaria que nunca, pero después de lo que estamos viendo en el Alfonso Murube y en los partidos fuera de casa, toda Ceuta se ha ganado el derecho a ilusionarse con la gloria.