Miembros de las
Brigadas Verdes de la Federación Provincial de Asociaciones de
Vecinos (FPAV) están trabajando en el entorno de la
frontera del Tarajal, en Ceuta, para adecentar toda la zona. Pintando, retirando residuos en la zona más próxima a la playa… En definitiva, poniéndola bonita cuando queda poco para que el paso, cerrado desde hace dos años, pueda abrir con vistas a facilitar de manera gradual las conexiones con
Marruecos. Y así, en estos días, miembros de las brigadas se afanan en dejar en buen aspecto las inmediaciones de la frontera, en cuyo interior continúan las obras sin haber siquiera espacio para el descanso. Se trabaja a diario y también en festivos, al ser una actuación clave.
Proceso definido para la apertura
En días se espera que comience el proceso de apertura gradual. La
fecha barajada es la coincidente con el final de Ramadán y se irá aceptando un paso de personas en entrada y salida poco a poco. Los coches no se permitirán, según las estimaciones, hasta el inicio de la Operación Paso del Estrecho –OPE-, que ha tenido en cuenta Ceuta en su ruta estratégica de acción.
Mientras llegan los días en que se comience a permitir el tránsito, algo inviable durante más de dos años debido a la pandemia del coronavirus,
los trabajadores de las brigadas se afanan en tener todo perfecto. Aunque en el interior continúen las actuaciones coordinadas por el Área de Fomento dependiente de la Delegación del Gobierno, esto no evitará que pueda permitirse una circulación mínima por el paso fronterizo siempre ajustada al concepto de nueva frontera que nada tendrá que ver con los colapsos de mercancías y avalanchas que definieron sus últimos días de operatividad. Hay un grupo de trabajo que funciona precisamente para marcar la hoja de ruta de estas conexiones siempre con la coordinación de los dos países.