El cuarto de Pombo
No puedo dejar de pensar en la soledad de las horas, plegándose unas contra otras para no parir nada. Miseria ...
No puedo dejar de pensar en la soledad de las horas, plegándose unas contra otras para no parir nada. Miseria ...
Trump ha vuelto a las tramas del poder como las tortillas, horneado y con amigos importados. Demuestra que todo se ...
Un okupa pide 5.000 euros a un propietario por presuntos arreglos en la casa que accedió tras derribar a patadas ...
Sevilla quita todo el sentido cuando los nubarrones acechan y el río se platea. Toda gris, enfurruñada como una niña ...
No sé si se acuerdan de Franco, pero le vimos la escapada. No el fulgor, sino la escapada final. Quizás ...
Hay gente que vive la vida dándoles alas a sus hijos. Eso sí, no se las dan para ayudarlos a ...
La ira es lo más placentero de esta vida. No hay nada como un buen cabreo para liberarte de los ...
Adolfo Domínguez -de conocerlas-hubiera envidiado las arrugas del Río San Pedro. En su trasiego por los Toruños, riza sus márgenes ...
Pasó la boda de la niña de Belén en series fotográficas, como suspiro de novicia, cuando tanto habían apostado en ...
Se me ha ido el tiempo sin que le cogiera la matricula. No me pasó por encima, pero casi, porque ...