A veces el tiempo parece detenerse, el mundo dejar, acaso por un instante, de rotar y la mente retroceder los pasos dados. Tiempo muerto y retorno al pasado. Ocurrió ayer en la sala del Juzgado de lo Penal número uno donde se dirimía un caso sucedido hace seis años, el cinco de octubre de 2005, cuando una señora perdió los nervios, como ella misma reconoció durante la celebración de la vista, en las dependencias de la Empresa Municipal de la Vivienda de Ceuta, denominada ‘Emvicesa’.
“Me acuerdo perfectamente”, decía la señora, “y por ello tengo que pedir mil veces perdón; estoy muy arrepentida de aquel comportamiento, de verdad”. Las palabras sinceras, en efecto, parecían valorar un suceso acaecido hace poco más de un mes.
Nada más lejos de la realidad, pues a las once y media del citado día de 2005, E.A.L. rompió, fuera de sí, una mampara de cristal propiedad de ‘Emvicesa’ después de que, según ella, sus peticiones y reclamaciones no fueran atendidas satisfactoriamente.
En concreto, la señora denunciaba un incumplimiento en la adjudicación de la vivienda de protección oficial para la que había sido seleccionada, una variación consistente en el número de la casa –no en la zona: República Argentina– ya que finalmente le tocó otra a la que en un principio le habían informado y que ella había aceptado de palabra y aún no rubricado en un contrato.
Ante la imposibilidad de elegir y quedarse con el piso inicial, la mujer reaccionó de mala manera rompiendo la susodicha mampara de la habitación en la que fue atendida, razón por la cual y tras pasar seis años de aquel suceso, la mujer fue condenada ayer por incurrir en un delito de daños a una multa de dos euros al día durante un mes y quince días, lo que hace un total de noventa euros, a pagar en tres plazos de treinta euros cada uno, así como a un indeminzación de 572 euros a la empresa municipal.
No obstante, esta última multa podría ser rebajada ostensiblemente, e incluso eliminada, al conocer esta redacción la negociación que ya están teniendo E.A.L. y la propia empresa en aras de llegar a un acuerdo que zanjaría definitivamente un incidente del pasado con un perdón del presente.