Antonio Carrillo, más reconocido por su apellido Alcalá, es un ceutí que en su juventud dejó su tierra natal. Vivir en otros lugares no le impide volver para visitar Ceuta y evocar en ella esos recuerdos de antes.
Nació en la calle teniente Arrabal, en el número tres, en aquella época donde no era extraño que las mujeres dieran a luz en el hogar. Ha estado a caballo entre Tetuán, Málaga y Sevilla volcado en distintas labores e involucrado de lleno en el ámbito económico.
De hecho, en el presente, es consejero de Economía de la Confederación de Organizaciones Empresariales a nivel nacional.
- ¿Qué motivo le lleva a estar por la ciudad?
- Intento regresar cada vez que me sugieren o me lo propongo, pero en esta ocasión mi buen amigo José María Campos, como embajador de la marca Ejército en Ceuta, me hizo este ofrecimiento. Lo hizo también para el 20 de septiembre. Estuve en el centenario de la Legión. Ahora me ha invitado para acompañarle este viernes en un acto de Regulares. Me hace ilusión conocerlo. Forma parte de esos eventos que me gustan.
- No solo le atrae el mundo castrense, también, el económico. De hecho, está implicado en este sector. Desde su punto de vista, ¿en qué punto se encuentra en este terreno la ciudad?
- Efectivamente llevo toda la vida vinculado al mundo asociativo empresarial. Fui fundador de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Anteriormente de la de Málaga y fui su secretario general. Sigo vinculado a la entidad andaluza y a la CEOE a nivel nacional en el Consejo Económico y Social.
He tenido también mucha relación histórica con la de Ceuta desde la época en la que José María fue presidente. Ahora también con Arantxa. Intento estar al tanto de lo que ocurre en mi tierra y he de decir que la economía ceutí no es que pase por su mejor momento en el presente, pero hay que ser absolutamente optimista.
Es necesaria una apuesta de futuro, seguir trabajando y buscando la forma de que llegue a despuntar y se levante. Es cierto que ha habido problemas en relación a que la frontera sí o no. Es un tema que está ahí, pero es preciso intentar salir adelante con medios propios. Otra de las cosas que se debería potenciar es apoyar mucho a los empresarios de la ciudad. Sobre todo, lo que falta es más vocaciones empresariales.
- Habla de optimismo, ¿qué puntos a favor tiene Ceuta para que se desarrolle más a nivel empresarial?
- Primero, tiene a favor que está a dos pasos de la Península, es decir, que no está en absoluto alejada. A día de hoy existen muchos medios de comunicación que permiten venir. Tiene también de su parte su situación geoestratégica y un puerto que en su momento fue muy importante. Hay que recuperarlo poco a poco.
Ahora está desarrollando iniciativas de atraques de cruceros, pero, aparte de eso, debe de volver a conseguir un mayor dinamismo porque siempre ha sido una seña de identidad de esta ciudad. Ahora hay un sector importante de empresarios del juego, de las apuestas y las nuevas tecnologías. Han elegido esta ciudad y creo que esa apuesta es muy buena.
- Ha mencionado la conexión con la Península. Nos separa el Estrecho. Hay quien puede concebir esto como una desventaja. La Confederación de Empresarios resalta que los tiempos de aduana se atrasan a la hora de importar y exportar productos. ¿Qué piensa usted al respecto?
- Sé que la confederación está siempre peleando por intentar que se agilice esa situación y que se considere a Ceuta como una ciudad más de Andalucía puesto que prácticamente puesto somos parte también de ella. Habría que acelerar la burocracia y todo lo necesario para permitir la entrada de productos, pero, sobre todo, dar más facilidad para que las personas se desplacen, entren y salgan de la ciudad. Ello activa las relaciones económicas.
Siempre he destacado que en Ceuta hay empresarios con una proyección a la Península que residen aquí, pero que han salido fuera para instalarse en sectores importantes.
Algunos ejemplos son Baeza, que está adentrada en hídricos. Es una compañía relevante con una implantación considerable en Andalucía. Exporta y vende en todas partes. Está también la familia Borrás, que son propietarios de Catunambú. Van a traer a Sevilla una fábrica de cacao que estaba en Madrid. Están también en el ámbito de la automoción.
Está Chocrón, la joyería, Ruiz Perfumes, Trinitas, en servicios integrales…
Es decir, existen ceutíes que desde aquí se han proyectado a la Península, pero no dejan su presencia en esta ciudad o siguen con un pie en ella. Creo que ese tipo de relación es preciso intensificarla.
- Hace hincapié en que habría que fomentar estos lazos. ¿Qué otros aspectos convendría impulsar para mejorar la economía local?
- Considero que un punto importante es el turismo. Ceuta tiene atractivos. Sus vistas, sus enclaves… Todo eso hay que potenciarlo y para ello es necesario desarrollar un plan estratégico específico orientado a este ámbito con profesionales del terreno que vendan de algún modo las bondades de la ciudad hacia el exterior, hacia la Península, sobre todo.
Así se desenterraría esa imagen que se proyecta de Ceuta. Quienes vienen y se van, regresan encantados y dicen ‘pensé que esto no era así, es bonita’. Es preciso apoyar la parte turística y hacerla atractiva. Probablemente para lograrlo habría que invertir en materia de promoción en determinados espacios. Seguramente, también habría que abaratar los costes para que las personas vengan con más facilidad.
"En cuanto a la economía verde, aquí el pulmón no lo hay desde el punto de vista agrario, pero sí existen zonas que son bonitas y que es preciso cuidar"
- Precisamente ha sido testigo de esa imagen que se ve desde fuera de Ceuta. ¿Podría concretar un poco más qué comentarios escuchó cuando se mudó a otros lugares?
- Pasé de Ceuta a Marruecos, a Tetuán. Siempre tuve una visión de Ceuta. Para mí es mi mi tierra y eso es importantísimo. Es más, en alguna ocasión, decía que esta era una ciudad dual, que tenía dos cosas de todo desde la posición A a la H. Tiene muchas dualidades y siempre he vendido, entre comillas, si se puede expresar así, el cariño que profeso a esta ciudad.
He ejercido de caballa siempre y los ceutíes que estamos fuera tenemos que hacerlo más. Como dice mi amigo José María, debemos volcarnos mucho más en convencer a los demás de que es importante venir y conocerla. Cuando vienen se llevan una agradable sorpresa. Lo que hay que hacer es que vengan más gente a llevarse ese agradable asombro.
- A nivel económico desde la política la apuesta es la economía azul y verde. Son conceptos que aparecen en los discursos políticos con frecuencia. ¿Qué análisis haría sobre ello?
- La economía azul y verde está en todos los discursos políticos, no solo en los de aquí. Es cierto que, en una ciudad como esta, que está rodeada de agua por todas partes y que tiene unos fondos marinos preciosos, es preciso insistir en las cuestiones relacionadas con la economía azul. No solamente en el aprovechamiento del medio marítimo, sino, también, en temas vinculados con la náutica como la ampliación del puerto deportivo, su mejora y que este atraiga a más personas.
Sé de muchos que están en la costa del sol en verano y no tienen ningún tipo de pereza en cruzar. Habría que facilitar también que los espacios e infraestructuras permitan hacer eso. En cuanto a la economía verde, aquí el pulmón no lo hay desde el punto de vista agrario, pero sí existen zonas que son bonitas y que es preciso cuidar.
- Otra área que también se potencia mucho que es la del juego ¿Es una apuesta 100% segura? ¿Es buen nicho de mercado?
- Se ha producido una llegada de empresas que se dedican a esta actividad. No conozco bien el sector, pero sí sé que tengo entendido que esta llegada se ha dado en cierta forma por el hecho de tener una licencia de un país de la Unión Europea. Cuando ocurrió la historia de Reino Unido, que se salió de la Unión Europea en el Brexit, empresas muchas de este tipo que tenían su sede en Gibraltar cambiaron de lugar y decidieron instalarse aquí.
Lo que hay que hacer ahora es cuidarlas y mimarlas para que no se vayan. Si puede venir alguna más, mucho mejor.
Estas compañías se instalan aquí de alguna forma para estar en una ciudad de la UE. Es por ello por lo que no se puede perder de vista por nada del mundo a Bruselas. La ciudad tendría que tener una delegación permanente allí que sea lo más seguida posible para hacer lobby y saber todas las medidas que la UE pueda efectuar con la finalidad de traerlas. Es importante. He sido una persona que, en su momento, a raíz de la entrada de España a la comunidad económica europea, empecé precisamente a ir con muchísima frecuencia. Iba dos o tres veces al mes a Bruselas.
De esas idas conseguí una serie de ayudas para la organización empresarial con la ayuda de la confederación ya que tiene unas oficinas en esa población que actúan como lobby. Es decir, no hay que tener miedo a utilizar la palabra lobby. Es decir, habría que estar allí pendiente de todo lo que se está cociendo y que pueda ser beneficioso para nosotros.
- ¿En qué punto se encuentra Ceuta y cuál su presencia en Europa? ¿Cómo lo analiza?
- Ahora mismo desde luego no tiene presencia en Europa que yo sepa, pero se puede hacer utilizando, por ejemplo, los mismos servicios de la propia Confederación de Empresarios de Ceuta, su vinculación con la CEOE y la oficina que tiene en Bruselas. Desde ahí se puede hacer esa labor de lobby. Eso o algunos despachos profesionales que también lo hacen evidentemente, pero creo que es preciso estar pendiente de lo que se está produciendo a nivel europeo.
- Habla de empresarios y empresas, pero es cierto que en Ceuta el sector público tiene mucha fuerza. ¿Cree que está equilibrado respecto al ámbito privado?
- Creo que, en efecto, hay que impulsar más el sector privado y que hay algunas actividades realizadas por empresas vinculadas o próximas al sector público.
Estimo que, de alguna manera, habría que privatizar más servicios para ponerlos en manos de empresarios locales y jóvenes que sean capaces de sacar adelante esos proyectos. Convendría privatizar algunos de los aspectos públicos. Efectivamente el peso del sector público en la ciudad es importante entonces. Quizá no se puede llegar al equilibrio, pero ir acercando la posición.
Una de las novedades de las que se habla en la calle es esa aduana comercial que ya se ha puesto en marcha. ¿Qué valoración le da? Hay quien es reticente y quien lo ve como algo positivo.
Entiendo que si empieza a funcionar como tiene que ser una aduana, será positivo. Lo que pasa es que habría que verlo un poco. Veo en algunas declaraciones que he leído unas dosis de optimismo enorme y si al final solo pasa un camión para allá y otro para acá eso descoloca. Creo que lo que hay que ir a por una aduana normal en la que cuando se va a pasar un producto hacia el otro lado se paguen los derechos necesarios y que cuando se venga de vuelta, igual. Es decir, lo que es una aduana como tal.
Eso será interesante si eso facilita, sobre todo, la llegada de ciudadanos de Marruecos. Ahí existe un turismo potencial. En otras épocas han venido muchos y siguen viniendo, lo que ocurre que, a día de hoy, están un día o dos, pero no pueden pasar absolutamente nada. Creo que eso es preciso flexibilizarlo como una aduana normal en la que hay que pagar tasas en un momento determinado cuando se pase un producto.
- La entrada no fue a la primera, ¿cuál es su reflexión sobre este hecho?
- Sinceramente desconozco en qué consiste ese procedimiento. Se han dado dos conatos y no se ha podido, pero ha ocurrido en Melilla también. No es un tema exclusivo de aquí.
Por otra parte, en Melilla históricamente hubo una aduana de siempre. Aquí no. Fue una decisión que en su momento tomó el país de enfrente en gran medida para facilitar las cosas a Tánger. Eso de siempre se ha ido quedando. Si ahora se establece y se instaura una aduana comercial, como tiene que ser, creo que eso sí es positivo para la ciudad.
- ¿Cuáles son los grandes desafíos, que tiene esta aduana comercial por delante?
- Que funcione. Considero que la clave es que funcione bien. Ahora mismo todavía es una incógnita, no se sabe con certeza, por lo que de alguna manera la gente está un poco a la expectativa.
- Antes comentó que convendría impulsar más al empresario y darle más espacio. ¿Qué iniciativas se podrían promover para ello?
- Una cosa que es importante es la formación profesional, que los jóvenes se incorporen a ella, sobre todo, a la dual, que consiste en hacer prácticas en las empresas. Habría que incentivarla y que en ese apoyo a la juventud vaya incluido el espíritu o la vocación empresarial para que esta vaya calando en ellos. Así, en lugar de querer dar el salto a la Península para no volver, se incitaría a que se quieran quedar o que lo den, pero vuelvan para emprender en su tierra. Comprendo que en muchas ocasiones es mucho más fácil hacerlo y no regresar, pero también es importante crear una empresa propia y desarrollar un proyecto en la tierra natal.
- Es conocedor de las conexiones que existen a nivel empresarial entre Andalucía y Ceuta. ¿Cuál es su escenario actual? ¿Qué más podría hacerse?
- Considero que hay empresarios de Ceuta en la Península que tienen actividad allí y aquí. Ese es un funcionamiento bastante normal e interesante. Por otra parte, sé que la Confederación de Empresarios de Ceuta es una organización muy activa y muy presente en la propia de Andalucía.
Tanto José María Campos como yo tuvimos mucho que ver en esa incorporación como miembro asociado. Cambiamos un artículo en los Estatutos, el artículo 5, y a través de eso se metió primero a la de Ceuta y luego la de Melilla. Son organizaciones integradas en la andaluza. Eso produce un intercambio y establece relaciones. Creo que eso hay que seguir manteniendo eso; continuar activándolo. Sé que la confederación de esta ciudad está muy implicada en el papel de defensa de los intereses empresariales aquí y fuera.