La “pelota está en el tejado de los empresarios”. Palabra de la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez. Lo dice en alusión al funcionamiento de la aduana comercial, ya que la última importación de productos fue de pescado y, de exportación, una de productos asociados al sector del motor.
“Por naturaleza nunca estoy satisfecha con lo que se hace, siempre aspiro a un poco más tanto en sanidad como en educación como en aduana comercial”, ha confesado en declaraciones a los periodistas.
Pero “esta aduana comercial va en función de los intereses empresariales que existan en la ciudad de Ceuta. Los empresarios tienen todos los elementos necesarios para ver si pueden o no hacer expediciones comerciales y la Delegación del Gobierno les va a seguir apoyando para hacerlas”.
La Delegación, un papel ya secundario
No obstante Pérez ha dejado claro hoy, como ya lo hiciera hace semanas, que el papel de la administración central es secundario a partir de ahora.
“Siempre es necesario que haya más” expediciones por la aduana comercial, “me gustaría que hubiera expediciones diarias, pero no está ocurriendo así.
“Si me permiten la expresión la pelota está en el tejado del empresariado que ya tiene todos los elementos necesarios para hacerlo, será atendiendo a sus criterios comerciales si pueden o no pueden, deben o no deben. En eso no puedo entrar, sí en facilitarle las actuaciones que lleven a cabo”.
El último anuncio, un traslado de áridos
La semana pasada estaba prevista una importación de áridos por la aduana comercial que no se llevó a cabo. La empresa de Ceuta se había puesto en contacto con Marruecos para introducir un camión con arena y ladrillos.
Sin que se sepa el motivo, dicha mercancía no entró. Se desconoce si se llevará a cabo en la actual.
Iba a ser la primera importación de áridos a Ceuta, desde Marruecos, una vez se ha puesto en marcha la aduana comercial, pero de momento no se ha materializado.
La aduana comercial, funciona
La aduana comercial funciona, tal y como ha insistido la Delegación. Puede estar operativa de lunes a viernes sin un horario establecido y con un pase en ambos sentidos, sin que haya tope para la cantidad de mercancía que puede ser trasladada.
Antes que la carga prevista de áridos, entró pescado en una inicial carga simbólica de 30 kilos y una segunda de 300. También se esperaba otro pase importante de pescado para el sector hostelero que no ha entrado.
España y Marruecos van a seguir manteniendo reuniones periódicas de las que se derivarán cambios en los traslados de mercancías en cuanto, por ejemplo, al listado de productos que podrán pasarse entre ambos países.
Listado de productos
Ahora mismo se permite la entrada de áridos, pescado y frutas; la salida de productos de hogar, electrónica y sector de automoción.
Pero no siempre será así, depende de los empresarios, las gestiones de los transitarios y el acuerdo entre ambos países para ir enriqueciendo esa hoja de ruta comercial que supone, en efecto, el reconocimiento de intercambios comerciales regulados entre dos países distintos a través de esta aduana comercial.
Nada se habla todavía del régimen de viajeros ni de cómo quedará regulada la entrada y salida de mercancía que repercute directamente en el ciudadano, la famosa bolsa de la compra.
Esa economía doméstica es la más afectada por los decomisos ejecutados en el control fiscal que desarrolla la Guardia Civil. También las compras que realizan quienes visitan Ceuta y se topan con medidas extremas en Marruecos. Un debate que no se ha tenido en cuenta en torno a la aduana comercial.
Sobre este asunto ni se ha negociado ni se ha hablado. Ambos países rechazan dejar vías abiertas a lo que pueda ser entendido como un paso hacia el contrabando.
Cuanto paripé, cuanta incompetencia. No debería de depender sólo de los empresarios de Ceuta, los empresarios de la península deberían poder utilizar la aduana comercial de Ceuta si ellos quisieran para exportar , si realmente fuese una aduana comercial en toda regla. Todo lo demás teatro, puro teatro. Venga ya!
Los empresarios no pueden quedar en manos de los agentes marroquíes porque sencillamente les hacen la vida imposible hasta cansarlos para que no haya tránsito transfronterizo. Y eso es obligación del Gobierno y en su suculento sueldo entra.
Otra que echa balones fuera, ahora resulta que tenemos la culpa de que la aduana no funcione en buenas condiciones.