Uno de los logros de la licitación consiste en que aquellos restos que sean enviados a la Península se habrán descontaminado antes
Una unión temporal de dos empresas locales (UTE) ha obtenido el contrato de Servicio de descontaminación, tratamiento y destrucción de los Vehículos del depósito municipal al final de su vida útil, según ha podido conocer este periódico.
Parece que cerca de un año y medio después de su primera licitación la Consejería de Gobernación endereza este conflicto medioambiental, aliviará la carga del depósito de Benzú y liberará espacio donde construir futuros equipamientos, aunque también ha tenido un coste político por la dimisión de un asesor del presidente y la citación de los responsables en el juzgado.
La oferta ganadora ha sido presentada de forma conjunta por los dos únicos centros autorizados en Ceuta para la descontaminación de vehículos fuera de uso. Antes de la firma del contrato, la adjudicataria tiene que presentar toda la documentación que la Ciudad Autónoma les solicita. Al estar en ese proceso de formalización administrativa con la UTE, aún no se ha publicado la concesión.
Un dato preocupante para Amgevicesa, contenido en su Memoria 2017, apunta a que durante el ejercicio pasado entraron 555 vehículos en el depósito de Benzú, 334 por abandono.
Únicamente salieron hacia las distintas plantas de tratamiento 4, existiendo actualmente “un stock de 882 vehículos de distinta naturaleza (abandonos, intervenidos, a disposición judicial, embargados, procedentes del cierre de otros depósitos irregulares, etcétera), según los datos que recoge la memoria de gestión de la sociedad municipal del año pasado, publicados por este periódico.
La idiosincrasia de esta ciudad hace que el volumen de coches que acaban almacenados sea elevado por los incendios y el abandono en la vía pública.
Como estipula el pliego de condiciones, el adjudicatario debe disponer de unas instalaciones en Ceuta con una capacidad no inferior para 50 vehículos garantizando de esta forma la rotación de entrada de los vehículos con las salidas de los que, una vez cumplidos los plazos reglamentarios, hayan sido descontaminados, evitando en todo momento la paralización de la retirada de los vehículos solicitada por la Ciudad Autónoma de Ceuta.
El gran logro de esta licitación consiste en que el material, una vez dado de baja ante la Dirección General de Tráfico (DGT), ya tiene la consideración de residuo sólido que se recicla en la medida de lo posible mientras que el sobrante se remite a la Península totalmente descontaminado previamente.
En otras ocasiones el envío de vehículos ha sido de manera directa fuera de la ciudad sin descontaminar, de modo que ese paso se ha cumplimentado en plantas peninsulares.
Todos los procedimientos anteriores que la administración autonómica ha realizado en estos casos, cuando la Ciudad no ha tenido que pagar para que se los lleven, sí ha tenido que desembolsar las tasas de descontaminación, con lo cual, este procedimiento siempre supuso un gasto para las arcas municipales.
Ahora, por primera vez, no solo no tendrá coste alguno, sino que además se traducirá en recaudación aunque el montante tampoco sea significativo.
El servicio se retribuye con el valor residual del vehículo que queda en poder del gestor autorizado para su retirada y tratamiento, una vez descontada una parte de ese valor residual que queda a favor de la Ciudad y que será el objeto de la licitación.