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La propuesta de Caballas de establecer una OPE con más de 100 plazas, entre ingreso libre y promoción interna, fue rechazada
El Ejecutivo de Vivas rechazaba ayer la propuesta de Caballas de aprobar una Oferta Pública de Empleo con más de cien plazas, distribuidas entre 70 de ingreso libre y 48 de promoción interna que vendría a suplir la situación de “desmantelamiento” que se vive en la Administración. “Desde hace años hay negociados donde no hay personal y que se cubren con trabajadores de empresas públicas o de otros negociados”, aseveró el diputado por Caballas, Juan Luis Aróstegui.
El localista recordó que en los últimos seis años de crisis no se ha cubierto la tasa de reposición de plazas pese a “haber estado presupuestadas. Teniendo posibilidades económicas, capacidad legal y necesidades ¿por qué no han hecho nada?”.
Aróstegui aludió a la “sequía de empleo público” que se aprecia en negociados como Sanidad o Menores. “Están sustentados por empleos de gran precariedad”, mientras que por el contrario la Ciudad convoca plazas para Bomberos o Policía Local, asevera. “¿Por qué la Oferta Pública de Empleo se limita únicamente a estos servicios?”, se pregunta.
La consejera de Hacienda, Kissy Chandiramani, insistió en que la Ciudad respetó la tasa de reposición estipulada por ley en época de crisis y que “se ha ido ampliando con los años”, pero que continúan supeditados a convocar plazas para “sectores estratégicos como Sanidad, Educación o Fuerzas de Seguridad que es nuestra prioridad”, comentó.
La propuesta sólo contó con los votos a favor de Caballas, ya que tanto MDyC como Ciudadanos se abstuvieron.
“Nos importa un bledo el voto de los mamarrachos”
Antes de comenzar la presentación de su propuesta, Aróstegui se dirigía a los miembros del Pleno aludiendo a su intención de sumarse a la “costumbre de hacer un preámbulo antes de la intervención en cada Pleno. Así, empiezo diciendo una frase que atribuida por algunos a Platón: Cuando un tonto sigue una linde, la linde termina y el tonto sigue o dicho de otra manera que se entienda: Nos importa un bledo el voto de los mamarrachos”.
El representante de Caballas mostraba así su malestar hacia algún diputado que últimamente no es demasiado afín a las propuestas de su grupo parlamentario.