El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado este domingo un Consejo de Ministros extraordinario para, previsiblemente declarar el estado de alarma, después de que se lo hayan pedido diez Ejecutivos autonómicos -seis de ellos, del PSOE-, con el objetivo de tener cobertura jurídica suficiente para endurecer las restricciones de movilidad y poder hacer frente al incremento de contagios de COVID-19.
Para decretar el estado de alarma no es necesario el visto bueno del Congreso de los Diputados, sí para prorrogarlo, como ocurrió durante la primera ola de la pandemia .
Así las cosas, en nuevo estado de alarma se abre paso para poder encajar legalmente las medidas cada vez más expeditivas que se precisan contra la transmisión descontrolada del coronavirus en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo colocaba en el debate en la declaración institucional que realizó el viernes y el País Vasco, seguido de cinco autonomías socialistas, Cataluña y Cantabria ya han pedido su declaración.
Con los "toques de queda" como último bastión antes de la línea roja del confinamiento domiciliario, País Vasco, Cataluña, Asturias, Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, Cantabria y Melilla se han unido a la demanda, que cuenta con el apoyo de Cs, cuya líder, Inés Arrimadas, ha emplazado al líder del PP, Pablo Casado, a que se sume a una iniciativa que de momento no ha solicitado ninguna región gobernada por su partido.
Otras comunidades, como Andalucía, Castilla y León, C.Valenciana o Murcia, están a la espera de que sus tribunales superiores autoricen o no sendos "toques de queda" nocturnos. También la Comunidad de Madrid ha decidido aplicar una limitación de actividad y reuniones, pero no de movimientos, entre la medianoche y las 6 de la mañana, a la vez que alarga el horario de la restauración.
Ceuta se ha sumado hoy a la petición del 'toque de queda' tras una reunión celebrada entre el Gobierno de la Ciudad y la Delegación del Gobierno.
Sánchez aludía al estado de alarma en la declaración institucional del viernes -con tono y gestos de primera ola y apelaciones a la unidad y la disciplina social- en la que ha advertido de que vienen "meses muy duros" y de que no hay otro camino que reducir contactos y desplazamientos más de lo que han hecho hasta ahora las autonomías, concentradas en dosificar las medidas y evitar las más expeditivas.
La situación epidemiológica es grave, lo es desde hace muchas semanas como ya habían vaticinado los expertos a la vista de la crudeza del verano. Este viernes se confirmaron 19.851 casos y 231 fallecimientos. La incidencia por 100.000 habitantes en los últimos 14 días es de 361,66 con once autonomías por encima de esa media. Las hospitalizaciones se elevan a 14.539, 2.031 en la UCI.