Consignas como ‘No nos moveremos hasta que cobremos’, ‘No más empresas piratas’ o ‘Solución señora delegada, dos meses sin cobrar’ han sido coreadas por los trabajadores del CETI ante la Delegación del Gobierno. Llevan varios meses sin percibir sus nóminas y han decidido manifestarse para reclamar lo que es suyo. “A partir de hoy tenemos una huelga indefinida porque no nos dan solución. Una persona mileurista no puede estar tres meses y medio sin cobrar. ¿Eso no lo comprenden? ¿Quién nos paga la luz y el agua? Los niños han empezado el colegio y los padres no han tenido ni siquiera para comprar los libros a sus hijos”, denuncia Pepi García, jefa de cocina.
Es la situación que viven los trabajadores del servicio de catering del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. Algunos de ellos llevan 19 años trabajando y denuncian que es la segunda empresa que les adeuda sus emolumentos. “Ellos se preocupan de darle servicio a las empresas que no tienen y por ello pagamos los trabajadores. Ahora que den la cara y nos ayuden porque es la Administración la que ha elegido a esta empresa y por eso son los primeros y únicos culpables. Nosotros somos trabajadores que solo pedimos lo que estamos haciendo, nuestro sueldo, porque estamos trabajando gratis para el Gobierno”.
La respuesta de la Administración es nula. “Nos dan plazos y nos dicen que tengamos paciencia. ¿Tú le puedes decir al banco que tenga paciencia? ¿O al recibo de la luz o del agua?”.
Están repitiendo la situación que hace más de tres años vivieron con la anterior empresa que también les dejó a deber varios meses de su salario. “Y ni Fogasa ni nadie nos ha pagado un solo céntimo y vamos por el mismo camino”.
En total son 21 los trabajadores, actualmente en nómina, afectados por esta situación, pero a ellos se suman los contratos temporales para sustituciones por vacaciones o bajas. “Ellos tampoco cobran y si se le llama no quieren venir porque no van a cobrar. Solo esperamos que no empecemos noviembre como meses atrás”.
García denuncia las duras condiciones laborales de la plantilla, con turnos de “ocho horas continuas de pie y no solo preparamos los alimentos, después los tenemos que servir en el comedor”.
“Trabajamos personas con discapacidad y la empresa se está ahorrando mucho dinero porque también hay personas sin asegurar”, añade la jefa de cocina.
La situación no ha afectado al servicio de comidas, según ha asegurado la portavoz de los trabajadores, ya que la Administración “se ha preocupado porque haya varios proveedores. Ahí no hay problema, los residentes no se pueden quedar sin comer. Los que nos quedamos sin comer somos los trabajadores”, se lamenta.
Ya han llegado al límite de su paciencia y han anunciado una huelga indefinida hasta que se solucione la situación. Además, se concentrarán todos los días, durante media hora, ante la Delegación del Gobierno para reclamar el cumplimiento de sus derechos laborales.
PARA ESTO QUIERE UGT LAS SUBVENCIONES.
Para banderitas, pitos y gorras:
El Gobierno de Susana Díaz guardó en un cajón una reclamación de 18 millones de euros a la federación andaluza de UGT por no justificar de forma adecuada una subvención para cursos de formación de 2007. El expediente habría prescrito el pasado 19 de octubre y no se habría podido recuperar, por tanto, el dinero presuntamente desviado si el nuevo Ejecutivo andaluz del PP y Ciudadanos no lo hubiese reactivado.