El juez del juzgado de Violencia de Género número dos de Sevilla, Francisco Manuel Gutiérrez, participó ayer en la jornada sobre ‘Políticas sociales. Políticas de igualdad’ que la UNED está desarrollando en el centro penitenciario de Los Rosales. En una brillante conferencia, el magistrado se fijó en la figura olvidada en los procesos de violencia de género: el agresor. Gutiérrez habló de la necesidad de “reeducar” a los condenados y explicó que “la prisión no es ni la única solución ni la más eficaz para tratar estos casos”. En este sentido habló de “individualizar las respuestas penales” y orientarlas, en algunos casos, hacia la aplicación de las conocidas como “medidas alternativas”, siempre buscando la reinserción del sujeto. Un buen ejemplo de lo que estaba exponiendo el magistrado lo puso el mismo cuando dijo que “someter a los delincuentes a tratamientos psicológicos es útil y necesario para rehabilitarles” y leyó una cita de forma literal para evitar suspicacias: “tratar a los agresores no significa que no sean responsables”.
El magistrado mencionó una experiencia piloto que se está desarrollando desde 2005 en Alicante y que está obteniendo buenos resultados. Se trata de una ‘Oficina alternativa al ingreso en prisión’ que ha logrado que el cien por cien de los agresores que han pasado por ella no reincidan. Se trata de unos órganos dotados con personal especializado, los medios necesarios y con unos protocolos de coordinación adaptados. “Hay que evitar que las resoluciones judiciales sean papel mojado que creen beneficios para el condenado y cree una sensación de impunidad en las víctimas”, dijo Gutiérrez.
El juez concluyó su exposición haciendo un llamamiento a la necesidad de modificar la legislación existente en el sentido de actuación que él resaltó ayer y aseguró que el futuro pasa por “una mayor implicación para evitar la impunidad judicial”.