El presidente de la Ciudad ha cumplido con su promesa -a todas luces obligada debido a la situación económica imperante- de recortar el cúmulo de asesores que hasta ahora colaboraban con el equipo gubernamental. La reducción ha sido importante ya que la medida afecta a diez trabajadores eventuales, lo que se traduce en una reducción del 60% y un ahorro de 300.000 euros anuales. La decisión que hoy conocemos no puede dar lugar a crítica alguna, a demagogia partidista interesada, puesto que no supone más que el reafirmar la claridad de un Gobierno que ha ido, de forma gradual, adoptando decisiones ajustadas a la situación de penuria económica que se registra en Ceuta y por ende en todo el país. Primero el Ejecutivo redujo los sueldos un 15%, después rebajó el número de altos cargos en un 25% y ahora mete la tijera suprimiendo nada menos que diez puestos de asesores y puestos de libre designación. Vivas trabajará con un equipo mínimo de personas de su entera confianza, ajustando el volumen de trabajo que genera la institución a una realidad económica tozuda, siendo el primero en dar ejemplo con unos recortes que han sido difíciles de seleccionar pero necesarios para contener el gasto público.