Su propietario quedó atrapado en su propia parcela, convertida ahora en un lago de aguas movedizas, del que no podía escapar
Para Mustafa Mohamed todo apuntaba a que el pasado jueves sería una jornada habitual más en el terreno de su propiedad en el Arroyo de las Bombas. No fue así.
Se encontraba en su huerto recolectando unas frutas cuando cayó en un barrizal que poco a poco lo fue aprisionando sin permitirle escapar de esa trampa.
“Metí un pie y me llegó la tierra hasta el pecho. Empecé a gritar llamando a mi mujer diciéndole que me hundía”, explicó Mohamed.
Así quedó Mustafa Mohamed cuando cayó en un barrizal mientras recolectaba frutas en su terreno. Reportaje completo: https://t.co/ZtTXahNIC6 pic.twitter.com/aLXvrA1LcI
— El Faro de Ceuta (@ElFarodeCeuta) 7 de noviembre de 2017
Arenas movedizas
La vaguada de su terreno se había convertido en una zona de arenas movedizas del que era incapaz de salir.
Unos aljibes desbordados transformaron el terreno de su propiedad en un lugar inestable y de riesgo para todo el que transite por el lugar.
Mohamed tiene claro quien es el responsable de haber arruinado su parcela.
“Fue Makerel, pusieron esos aljibes y cuando se han llenado se desbordaron sobre mi terreno llenándolo de barro”, se lamenta.
Intervino su esposa
De no ser por la ayuda que pidió su esposa, quizá esa jornada habría terminado en tragedia.
“Escuché los gritos y llamé a los vigilantes de seguridad de la cárcel. Vinieron corriendo y bajaron corriendo por esta zona que es muy escarpada y lo sacaron. Pero llegué a pensar que iba a morir. Sólo tengo palabras de agradecimiento para ellos”, recuerda Rahra Daoud.
Salvado por la nueva prisión
Los propios funcionarios de la prisión lanzaron una manguera de goma para rescatar a Mohamed. “Con el barro se resbalaba, pero después de un rato tirando pudieron sacarme. Después me quedé media hora sentado porque estaba mareado. Tuvieron que subirme a la casa cogiéndome por los brazos”, explica.
Mohamed no sufrió daños, aunque no así sus árboles frutales que quedaron destrozados por el barro que los rodea.
“Se han perdido todos, albaricoque, naranjos, pomelos, poco se puede salvar porque incluso me han cortado el agua”
No es la primera vez que ocurre
En más de una ocasión se han visto afectados por la situación. Hace unos años denunciaron una inundación en su parcela que nunca llegó a prosperar.
“Cuando fui al Juzgado me dijeron que mi denuncia no estaba allí. Que raro si yo tengo el resguardo, le dije. Pues no estaba”
En 2013 una nueva demanda en la que se produjo una cesión de terrenos, tampoco llegó a buen término y es ahora cuando esta familia exige justicia.
“Espero que retiren todo esto porque cualquiera que pase por aquí se viene abajo. Es un peligro enorme para personas o animales”
Piden que la empresa se haga cargo del coste de los árboles frutales, pero que también respondan del daño que ha sufrido esta familia: “Creía que mi marido se quedaba ahí”.
Piden justicia para recuperar el trabajo de toda una vida, arrasado por un barrizal.