Cuatro yemeníes han logrado entrar en Ceuta en las últimas 24 horas, todos ellos atravesando las líneas de Benzú o Tarajal, formando parte del grupo establecido de más de 20 personas procedentes de este país. Si este viernes llegaban dos inmigrantes, uno por Tarajal y otro encontrado a la altura de la planta desaladora, en Benítez; este sábado eran dos los que consiguieron cruzar, a primera hora de la mañana, el espigón del Tarajal, siendo atendidos a pie de playa por las fuerzas de seguridad y, después, por la Cruz Roja. En todos los casos son jóvenes, varones y dicen ser naturales de Yemen. Un país que está en permanente conflicto y que lleva a que sus ciudadanos busquen la escapada para solicitar protección internacional en Europa.
El protocolo seguido con ellos pasa por su estado de cuarentena en las naves del Tarajal para, después, proceder a su ingreso en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, CETI, en donde la comunidad yemení va siendo cada vez más importante.
La población local se encuentra en continuo conflicto, asediada por ataques y asesinatos en una guerra civil sin punto y final. Algo que tiene mucho que ver con los desplazamientos de personas que escapan de estos territorios y encuentran en las fronteras de Ceuta y Melilla una posibilidad de entrada en Europa. Las pequeñas redes trafican con quienes después son alentados a cruzar a nado, arriesgando sus vidas.
Las organizaciones internacionales alertan de los traslados masivos de yemeníes debido a la inestabilidad del territorio, registrándose enfrentamientos entre los hutíes respaldados por Irán y las fuerzas aliadas al gobierno. La ONU comunicó recientemente la muerte de más de 200 yemeníes así como el registro de un goteo constante de heridos. El conflicto en esta zona se viene sucediendo desde el año 2014, generando una de las peores crisis humanitarias que termina teniendo sus consecuencias en Ceuta y Melilla.
El sitio más cercano debe ser Ceutra, segurísimo!! De entre los tontos los más tontos aguantar esto (y pagarlo!!!!). Y la cadena de mafias negreras frotándose las manos por cada cliente que les llega. Y todos a comernos el marrón.