Más de 1.600 personas, entre españoles y residentes en España que llevan casi tres meses ‘atrapados’ en
Marruecos, subirán a los
barcos de repatriación que saldrán este miércoles y mañana jueves por la tarde desde Tánger-Med a Málaga en un barco especial operado por
la compañía Balèaria y organizado por la Embajada española en Rabat.
Según fuentes diplomáticas españolas, en
este tercer barco de repatriación, que tenía previsto zarpar desde el puerto de Tánger a las 14.00 horas (horario marroquí), aunque lo ha hecho con casi una hora de retraso, y con llegada programada a Málaga sobre las 20.00 horas, viajan unos 800 pasajeros y 280 vehículos.
Este buque está destinado tanto a ciudadanos españoles como a marroquíes residentes en España, que se han desplazado con sus coches o a pie a primera hora de la mañana pues este barco era también para peatones, a diferencia del primero que era solo para pasajeros con vehículo y al igual que el segundo que partía el pasado 28 de mayo en el que también subieron personas que habían viajado sin coche.
Al igual que el pasado 22 y 28 de mayo, en los accesos se han formados colas kilométricas desde bien temprano en el acceso al puerto de Tánger. No obstante, en su mayoría iban provistos de mascarilla y tanto a lo que viajan con vehículos como a los peatones les han tomado la temperatura y les han hecho rellenar un formulario sobre su estado de salud.
“Gracias a las gestiones de la Embajada española en Rabat y los Consulados Generales de España en Marruecos, acaba de zarpar ferry de Baleària desde Tánger a Málaga con 800 pasajeros a bordo”, ha reconocido en un tweet la propia Embajada. Uno los pasajeros con plaza confirmada en el ferri de este miércoles es Mohamed, un español de origen marroquí de 38 años que reside junto a su familia desde hace 25 años en Barcelona. Confiesa que está “algo más tranquilo” porque “ya estamos dentro del barco los cinco”. Mohamed viajó a Marrakech junto a su mujer y sus tres hijas justo antes de que cerrara la frontera del Tarajal el pasado 13 de marzo para visitar a su abuela que estaba enferma.
Le llamaron el pasado 30 de mayo para confirmarle que este miércoles volvería a España. No obstante, está indignado con el precio que ha tenido que pagar para poder volver a su casa. “Me parece injusto el precio por cruzar el Estrecho. En el mismo barco vinimos por 200 euros los cinco y ahora volvemos por 600”, ha asegurado. Otro de los pasajeros que se ha mostrado muy en desacuerdo con los precios de la naviera ha sido Mohamed, un chico marroquí de 27 años, que llegó a España con solo siete años, pero que aún no tiene la nacionalidad. Ahora volverá a Barcelona, pero solo, sin su esposa.
“Viajé solo en avión el 2 de marzo por una boda que tenía, la mía de hecho. Me casé y la boda fue el 7 de marzo. Tenía vacaciones del trabajo y volvía a Barcelona el 24 de marzo. Me llamaron el sábado, me enviaron el billete y ya está, pedí la autorización para llegar al puerto y ya estoy dentro del barco”, ha comentado.
En realidad, no vuelve solo a España, sino que lo hace con un matrimonio vecino que “vive al lado mío en Marruecos y como él es mayor yo le hice el formulario y todo eso” y viajaron también al país vecino en coche. Ellos han preferido coger un camarote para tres personas, lo que “sumando el coche y el camarote nos ha salido por 550 euros, muy caro”.
La mayoría de los españoles y residentes que han vuelto y vuelven este miércoles son críticos con las autoridades marroquíes y con las españolas porque consideran que estos barcos deberían haber llegado antes y que dos a la semana no son suficientes porque hay muchas personas atrapadas en el país vecino, más de 9.000 según la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí ITRAN.
Sin embargo, Mohamed Ben, un español de origen marroquí de 45 años que vive desde hace 22 años en Salou, ha agradecido al Consulado de Tánger y a la Embajada española en Rabat el “esfuerzo tremendo que han hecho para negociar con el estado marroquí para ver cómo traer barcos para poder volver”.
Este español viajó con su coche a Tánger el 1 de marzo. “Me ha costado que me llamaran hasta el día 29 no me llamaron. Me apunté en el del 22 y luego para el 28 y nada. He puesto quejas a Baleària porque soy cliente habitual. Tengo billetes desde 2008 desde la Península a Ceuta y hablé con atención al cliente y al final me lo han solucionado”, ha explicado.
A Mohamed también le parece que “han puesto los precios un poco altos”. Su vuelta le ha salido por “unos 260 euros”, pero por fin sabe que muy pronto volverá a ver a su pareja. “Estoy ya dentro del barco, justo en el balcón, pero todavía está subiendo gente”, ha comentado.
Fue
uno de los que acudió a las manifestaciones a las puertas del Consulado de Tánger, por lo que ha querido agradecer también “a ustedes los periodistas que habéis recogido nuestras historias y a El Faro lo que han hecho por nosotros porque esto pasará a la historia y vosotros las habéis contado”, ha concluido.
No obstante, las miles de personas que aún están en Marruecos, y por las que algunos llevaban carteles o camisetas, tendrán una nueva oportunidad en los ferris del 4, 10, 11, 17 y 18 de junio.