Jesús Ballesteros, con una carrera de más de tres décadas en el mundo de la fotografía, nos abre a El Faro de Ceuta las puertas a su experiencia, sus inicios, y la pasión que mantiene por su profesión. Desde sus primeros pasos en la ciudad hasta su empresa ‘Fotografías Jesús Ballesteros’. Este reconocido fotógrafo en la ciudad ha vivido y evolucionado con la imagen en múltiples formatos.
Cuéntanos sobre tu preparación y cómo llegaste a esta profesión.
Empecé a trabajar y estudiar con 16 años, así que ya llevo 33 años dedicándome profesionalmente a la fotografía. Comencé en una empresa local bastante conocida, y luego amplié mi formación en Sevilla y Cádiz con títulos de grados superiores en Imagen y Arte Gráfica. Más tarde, hice un máster en iluminación en Madrid y trabajé en varias empresas del sector gráfico en la península.
A lo largo de los años, seguí vinculado a la ciudad, hasta que decidí montar mi propia empresa, ‘Fotografías Jesús Ballesteros’. Desde entonces, he trabajado en todo tipo de servicios fotográficos: revelado profesional, restauración fotográfica, reportajes sociales, estudio, publicidad… Creo que he tocado prácticamente todos los ámbitos posibles en la fotografía. También he hecho algunos trabajos de vídeo, aunque en menor medida.
¿Cuál fue tu primera fotografía profesional?
La primera foto por la que cobré fue una foto de carne, algo que muchos fotógrafos empezamos haciendo. Luego hice las típicas fotos de niños en estudio y fui avanzando hacia bautizos, comuniones, bodas y otros eventos. Recuerdo que mi primera boda fue a los 17 años, y la novia no se lo podía creer, ¡pensaba que era demasiado joven para hacer su boda! Curiosamente, años después hice la comunión de sus hijos y también la boda de uno de ellos. Esa continuidad con los clientes es algo muy bonito de esta profesión.
¿Qué desafíos encuentras al cubrir eventos sociales y cómo logras capturar momentos espontáneos?
Lo más importante es que la persona esté tranquila y a gusto. Evito el postureo y las fotos muy forzadas; busco captar momentos auténticos y espontáneos. Aunque a veces hay que colocar a la gente para lograr un encuadre específico, siempre intento pillar esas miradas o sonrisas naturales, sin que se den cuenta.
¿Hay algún evento que recuerdes con especial cariño o que haya marcado un antes y un después en tu carrera?
No hay un evento único, pero las bodas de oro son muy especiales para mí. Ver a parejas que llegan a esa etapa con tanta ilusión me emociona y me divierto mucho trabajando en ellas. También me encanta trabajar en la escuela pública, donde llevo años fotografiando a niños y niñas en momentos importantes, desde la infancia hasta la graduación.
¿Cómo es trabajar con niños, especialmente con aquellos que tienen dificultades?
Es un reto, requiere mucha paciencia y dedicación. Pero cuando consigues sacar una sonrisa a un niño con dificultades motrices o de educación especial, la satisfacción es enorme. Ver la alegría en sus padres al recibir esas fotos hace que todo valga la pena. Es una de las partes más gratificantes de mi trabajo.
También tengo una peculiar sensibilidad con las personas enfermas, que muchas veces hay que fotografiar. Especialmente con los niños que están enfermos con dolencias graves, es muy complicado. A veces hay que traer saliva, aguantar el tipo… La verdad es que desafortunadamente muchas veces se te pone difícil. Es complicado porque hay que tener mucha empatía. Pero bueno, si el trabajo lo requiere, lógicamente haces las fotos e intentas que salgan lo mejor posible.
Intento también que esos padres estén lo mejor posible, que por un momento se olviden de los problemas relacionados con la salud de sus hijos y que se diviertan. Me gusta mucho el humor, el buen ambiente, y procuro que se rían y lo pasen bien. En definitiva, que la experiencia sea algo divertido y que con el paso del tiempo lo recuerden como algo positivo.
¿Qué opinión tiene sobre la desvalorización que está sufriendo la profesión?
En cuanto a la devaluación que está sufriendo la profesión, lo tengo muy claro. A lo largo de mi vida laboral he conocido a fotógrafos que llevan más de 30 años trabajando, algunos incluso con continuidad familiar. Sin embargo, también he visto a mucha gente que ha pasado por esta profesión, algunos realmente buenos, otros que estuvieron un tiempo intentando encontrar su tipo de cliente o trabajo, y finalmente muchos que han abandonado.
Hay muchas personas que empiezan en la fotografía simplemente porque les gusta y reciben una cámara como regalo, y poco a poco van haciendo fotos en celebraciones familiares. En algún momento deciden dedicarse a ello, y como no requiere una titulación especial, cualquiera puede intentarlo. Incluso he visto ofertas en internet donde hacen sesiones con un iPhone por 30 o 40 euros. Esto es una depolarización total del valor del trabajo.
Por supuesto, hay fotógrafos con formación profesional, ciclos superiores, que están bien preparados y con experiencia van mejorando. Pero lamentablemente muchos se lanzan sin un plan claro, como cohetes que suben rápido, explotan y luego caen. Subir es relativamente fácil, pero mantenerse con un nivel de calidad constante durante muchos años es lo realmente complicado.
Tras la pandemia hubo un pico de trabajo, porque durante dos años no hubo eventos ni celebraciones. Cuando todo se reactivó, hubo mucho movimiento: bodas, fiestas, publicidad. Pero desde 2024, la situación ha vuelto a la normalidad.
Hoy en día mucha gente tiene la fotografía como un segundo trabajo: son funcionarios, militares, o tienen otro empleo principal y hacen fotos en su tiempo libre. Algunos trabajan sin estar dados de alta, otros aprovechan las tarifas planas para autónomos, pero esta situación devaluada afecta a quienes llevamos años intentando mantener la calidad.
Últimamente también estás incursionando en el diseño. ¿Qué tipo de proyectos estás desarrollando en esa área y cómo complementa tu trabajo como fotógrafo?
En cuanto al diseño, desde hace unos años lo considero fundamental. El diseño gráfico es una herramienta básica, tanto como lo es Photoshop en el mundo de la fotografía. Programas como Photoshop, Lightroom, Adobe Illustrator y otros son imprescindibles y se usan continuamente.
Hace 15 años, el diseño se utilizaba para cosas puntuales, pero ahora prácticamente todo pasa por herramientas digitales. Creo que el 99,9% de los trabajos creativos implican algún tipo de retoque o diseño digital.
¿Sientes que mirar la fotografía como tal influye en tu forma de diseñar? ¿Cómo reaccionan ambas disciplinas en tu trabajo?
Para mí, ambas disciplinas van totalmente de la mano hoy en día. Por ejemplo, cuando diseño un álbum de boda, es fundamental que fotografía y diseño se integren. Aunque el reportaje social está cambiando, porque hay mucho menos trabajo en bodas, bautizos y comuniones que antes. Cada vez hay menos eventos de este tipo, y por eso siempre recomiendo a quien quiera dedicarse a esto que amplíe su abanico de servicios.
Antes, los fotógrafos de BBC —bodas, bautizos y comuniones— podían vivir casi exclusivamente de ese trabajo. Podías tener tres bodas en un fin de semana o incluso ocho o nueve bautizos, y era suficiente para mantenerte. Ahora, sin embargo, el mercado ha cambiado muchísimo. Los ingresos de este tipo de trabajo han bajado de forma exponencial, a menos de la mitad respecto a hace seis, siete u ocho años. Basta con mirar el número de bodas y comuniones antes y después de la pandemia para darse cuenta, no solo aquí en Ceuta, sino en toda la península.
Esto ha hecho que el trabajo de diseño se vuelva aún más importante y diverso. No solo diseñamos álbumes de boda, también hacemos trabajos personalizados para decoración de salones, bares, hoteles... Todo con imagen, texto, logotipos y mil cosas más, siempre con fotografía y diseño unidos. Por ejemplo, podemos hacer una foto gigante para un bar en metacrilato con el logotipo de la empresa, o un vinilo totalmente personalizado para la pared de un negocio. Las opciones son infinitas.
En un mercado cada vez más competitivo, ¿cómo te diferencias o qué valor crees que agrada a tus clientes?
Creo que ya lo he mencionado antes, pero lo fundamental es la cercanía y la calidad. Siempre intento que mis clientes no solo tengan sus fotos en un pendrive o enlace, sino que esas imágenes se impriman en alta calidad. Creo mucho en la impresión física: un álbum, un póster, un vinilo... Cuanto mejor se vea, mejor. Trabajamos con los mejores laboratorios de la península, ya que aquí no hay laboratorios profesionales, y eso es clave para mantener la calidad.
Además, la confianza y la confidencialidad con los clientes es fundamental. No me gusta la idea de promocionar mi trabajo en redes sociales o de hacerlo público sin control. Tengo varias páginas web, pero prefiero que quien me conozca y quiera contratarme venga a mi despacho, vea el trabajo en vivo y directo. Para mí, cada fotógrafo debe tener su estilo propio, y me molesta cuando alguien copia las fotos de otro. La imagen va saliendo según trabajas, en el momento.
¿Qué consejo le darías a un fotógrafo que no tiene conocimientos de diseño?
Lo principal es que un fotógrafo sin conocimientos de diseño lo va a tener complicado. No digo que tenga que ser un experto 100% en Photoshop, ni siquiera yo lo soy, llevo años y calculo que domino un 35 o 40% de la herramienta. Pero hay que manejar bien programas de diseño y retoque fotográfico, al menos a un nivel medio. También hay programas más accesibles como Canva, que es muy útil para aficionados o para hacer proyectos sencillos y chulos. Yo lo uso y lo recomiendo para quien está empezando.
Lo más importante es tener una formación sólida en diseño porque cada vez los clientes exigen más. Si no te renuevas, acabas desapareciendo. He visto pasar a muchísima gente en esta profesión: algunos han durado más, otros menos, algunos tuvieron un momento de gloria y otros no, pero los que no se adaptan, quedan atrás.
El número 1 es lo que hay !!!! Pese a quien le pese !!!! Hay esta lesionado y todo al pie del cañón, ers grande ! En todos los sentidos jajaja 😂
El mejor!! Arroz para los pollos!! Siempre saca las mejores sonrisas a mis hijas. Es genial, amable y super profesional. Deseando que llegue el año que viene para volver a coincidir contigo en la última comunión que nos queda y que esperamos poder volver a contar con tu talento. Todo un crack!!
Buen fotógrafo y mejor persona. Acompañado de su mejor modelo.
Tanto el como su mujer Cristina grandes personas ,y buenos profesionales personas muy humildes y bondadosas en el Colegio Andres Manjon, lo mejor ,
¡ Sin duda el mejor !.Un artista, creador de sueños.¡ Un 🪄 mago que da forma a los deseos de aquellos que confían en su trabajo !.
En formación y crecimiento continuo, buscando la perfección o al menos la excelencia.
No hablamos solo de un profesional, si no de una persona con un gran corazón que pone toda su pasión en cada foto. Increíble cómo trabaja con los más pequeños. Es capaz de sacarle una sonrisa a cualquiera. Grande! Y que sigas así (mientras el hombro te aguante).
Buen y serio fotógrafo, mejor persona y excelente amigo. Y si no, que le pregunten a su Triki.
Sin duda el mejor fotógrafo de Ceuta , de hay sus años al pie del cañón se lo curra y basntate, es una persona bastante querida en la ciudad porlomenos quienes lo conocemos, a por 30 años mas tu puedes lesionado y todo!!!!