Un vecino de la barriada de San Amaro de Ceuta ha sufrido quemaduras leves con aceite en las manos y la cadera este domingo a primera hora de la tarde al sofocar con una manta el fuego que se había generado en una sartén que había dejado en el fuego mientras atendía otros quehaceres.
Fuentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), que ha movilizado varias unidades hasta la zona, han explicado que los bomberos no han tenido que intervenir para apagar las llamas, algo que hizo el propio ocupante de la vivienda, pero sí para ventilar la vivienda y ayudar a desalojar el humo generado.
Hasta la barriada se ha desplazado también una dotación de la Policía Local, pero el suceso no ha pasado a mayores.
Este tipo de incidentes son relativamente comunes y los expertos no dejan de advertir que es imprescindible recordar y tener muy claro, incluso en medio de la lógica tensión que puede generarse, que en ningún caso se debe arrojar agua a una sartén para tratar de extinguir las llamas, ya que lo más probable es que se dé pie a un fuego de mayores dimensiones que podría afectar al mobiliario y propagarse o causar graves quemaduras por la explosión del hidrógeno.
Lo que se aconseja es, si es posible, retirar la sartén de la vitrocerámica o encimera y colocarla en el suelo, donde las llamas no puedan expandirse.
Lo más recomendable para atajar el problema lo antes posible es utilizar una tapa metálica que cubra por completo la sartén para dejar el fuego sin oxígeno y propiciar que se extinga por completo con la mayor celeridad.
Si no se dispone de un elemento de esas características también se puede usar un trapo húmedo y, tras asegurarse de que esté bien escurrido, arrojarlo decididamente sobre la sartén para obtener el mismo resultado.