El director del Museo del Mar de Ceuta, Óscar Ocaña, y su alumno Dacio Correa han estado recientemente en el Museo Oceanográfico de Mónaco para analizar de forma precisa un grupo de corales del Mar de Alborán de la zona del mesofótico, situada desde los 40 hasta los 120 metros de profundidad.
El biólogo marino Dacio Correa ha comentado que a lo largo de las campañas de buceo realizadas el pasado año han logrado hacerse con una colección de la flora y la fauna de esta zona marina, analizando de forma más precisa un grupo de corales “blandos, de un esqueleto proteico, conocidos como gorgonias”.
La intención de estos investigadores no era otra que la de realizar un trabajo minucioso y pormenorizado sobre la diversidad escondida o criptodiversidad, para especificar que estos organismos son de diferentes especies.
“El caso fue que vimos ciertas diferencias en el entorno del Mar de Alborán, gracias a las diferentes muestras de elevado interés científico que se encontraban en este museo y, la verdad, es que nos hemos llevado más sorpresas de lo que pensábamos, es por ello que estamos a punto de publicar un trabajo sobre la diversidad escondida o criptodiversidad porque se pensaba que estos organismos eran todos de una misma especie, y eso en realidad no es así, y es en eso en lo que estamos ahora mismo”, ha declarado Correa.
Además, señaló que su trabajo, aparte de una labor de campo en el mar, requiere otra de laboratorio. Es por ello que tanto Ocaña como Correa se desplazaron a Mónaco para poder analizar estas especies recogidas y presentes en el museo.
Los investigadores han percibido diferencias en el entorno de esta zona del Mediterráneo
Ya en el laboratorio, se lleva a cabo un análisis de los escleritos, que se trata de unas piezas de carbonato cálcico “que forman una especie de esqueleto incrustante”, y para ello hay que digerir previamente el trozo de interés en lejía, “para que el tejido vivo y blando se disgregue”.
Una vez realizada esta maniobra, la pieza se coloca en una lupa y posteriormente en el microscopio óptico para poder saber de qué especie se trata.
Así, Dacio especificó que gracias a esto se han podido encontrar especies nuevas en el Mediterráneo.
“Lo bueno de esta visita es que a raíz de estas dos especies que había nos hemos dado cuenta de que aquí hay cosas bastante nuevas, lo cual aporta mucha información respecto a la gran diversidad que hay en esta zona del Mediterráneo, lo que le da mayor interés a la concentración y a su protección”, comunicó Dacio Correa.
Correa explica la importancia de “no quedarse con lo que vemos a simple vista”
Por otra parte comentó que, aparte del Mar de Alborán, sus estudios están ampliados a la zona de la macaronesia.
“Todo esto ha sido el comienzo de un nuevo paradigma científico como es la criptodiversidad, para hacer ver que conocemos bastante menos de lo que pensamos y esto nos ayuda a ir con un nuevo enfoque a la hora de los estudios para que estos se realicen de forma minuciosa y no centrarnos solo en lo que vemos a simple vista”, explicó Correa.
Por último, indicó que la experiencia vivida en Mónaco fue “muy gratificante” ya que pudieron disfrutar de sus infraestructuras.
“Poder disfrutar de estas instalaciones y, sobre todo, del museo para poder ver esas colecciones y poder estudiarlas en profundidad, la verdad que fue todo un placer”, concluyó este biólogo marino.