La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) acierta al poner el foco sobre la utilización partidista que se hace con frecuencia de las intervenciones de las Fuerzas de Seguridad antes de esperar a que las investigaciones internas o externas (ya sean judiciales o no) hayan analizado todos los elementos de juicio disponibles.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina y en una ciudad donde el peso relativo de ese conjunto de profesionales es tan elevado, algunos partidos intentan sacar rédito a toda costa de cualquier incidente.
Es fácil reconocerlos, son los que se lanzan a defender a ultranza o a condenar con prisa una intervención de los agentes sin tener todos los datos que sea posible en la mano.
Está ocurriendo con los sucesos acontecidos en la plaza de la Constitución tras la última victoria de Marruecos en el Mundial, pero no es la primera vez que sucede lo mismo.
Nadie debe dudar de la importancia de las Fuerzas de Seguridad en nuestro Estado de Derecho, que no les da carta blanca. Su actuación debe ser proporcional y su exigencia de revisión interna y externa para evolucionar en continua mejora tiene que ser una demanda de los propios agentes, que también tienen que quedar amparados por la presunción de inocencia. Intentar captar votos a costa de la defensa o la crítica ciega es una actitud indeseable que debe ser reprobada, en ambos casos, por los propios funcionarios y el resto de la sociedad.