Ceuta ha llegado al peor dato, también al más temido. Somos la autonomía con mayor incidencia acumulada del país, además de ofrecer datos que no hacen sino empeorar la situación. Este miércoles se notificaban, por ejemplo, 46 positivos. La situación no es buena e invita a todo menos a la ligereza. Vuelve de nuevo la pesadilla de aquella manera tan equivocada de ‘salvar la Navidad’ pero, esta vez, aplicada a la Semana Santa. Los datos ahora conocidos empiezan a arrojar los resultados de este periodo festivo en el que no solo la movilidad exterior sino también la interior ha estado descontrolada. Se optó por una flexibilidad y no por medidas más enérgicas como las que llegó a proponer Medicina Preventiva. Los resultados vuelven a ser malos, vinculados a ese periodo de festividad en el que las imágenes de aglomeraciones en las calles han sido significativas, igual que las salidas en determinados periodos punta a la Península. Se ha llegado a una situación en la que urge adoptar medidas sobre todo cuando la campaña de vacunación está sufriendo continuos parones. No se puede avanzar tanto como se quisiera para inmunizar a la población y la previsión no se va a cumplir. Ante esto no cabe más que poner orden en esta situación, de nuevo descontrolada, para que las consecuencias no sean peores aún de lo que ya se van mostrando. La Ciudad debería repasar de manera urgente los umbrales que en su día estableció para empezar a tomar medidas que vengan a arrinconar, de nuevo, el virus.