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El ‘Tarajal II’ fue concebido como canal de tránsito reservado a porteadores que permitiría el cierre del Biutz y aliviar el cruce de viajeros por la frontera, sometida a congestiones diarias
Las autoridades españolas llevan dos años y nueves meses a la espera del visto bueno definitivo a la apertura del ‘Tarajal II’, un canal de tránsito reservado exclusivamente a porteadores que permitiría el cierre del Biutz y aliviar el cruce en régimen de viajeros por el paso fronterizo oficial, sometido a congestiones diarias. Luz verde que requiere del beneplácito hispano-marroquí aunque, como en todas las relaciones, siempre hay una parte que está demostrando mayor interés.
La eternamente aplazada inauguración del paso de mercancías ha dejado en el limbo una infraestructura cuyo coste ronda el millón de euros: unos 750.000 de la obra en sí, a cargo de la Administración General del Estado; a los que se suman los 200.000 invertidos por la Ciudad Autónoma en actuaciones complementarias y sin contar el equipamiento informático, de telecomunicaciones y el escáner para el control de contenido de los bultos, contemplado en el plan de finales de 2013 .
Una cifra a la que se podría sumar el coste del refuerzo de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como la contratación de la seguridad privada, servicios de los que el ‘Tarajal II’ precisará para su entrada en funcionamiento, sea en el momento que sea.
El nuevo paso de porteadores fue entregado en fecha y a tiempo por parte de la empresa constructora, de modo que su construcción nada tuvo que ver en la postergación interminable que vino más tarde. Desde diciembre de 2013, esta ‘autopista’ para el ‘comercio atípico’ permanece clausurada salvo por las visitas que, regularmente, realizan técnicos y autoridades.
Las instalaciones, aparentemente, se encuentran en las mismas condiciones que el día de su implantación. Fuentes participantes en la obra consideraron que nada debería de deteriorarse después de 33 meses porque, normalmente, la infraestructura debe disponer de un mantenimiento que garantice su conservación de manera adecuada. Un servicio con el que cuentan las instalaciones de aduanas y el propio perímetro fronterizo. Solo las persianas metálicas que bloquean el paso han experimentado en este tiempo cierta erosión, en concreto, una superficial capa de óxido que cubre algunas de sus partes.
La amplitud del ‘Tarajal II’ es mayor que el Biutz, el cual genera un efecto embudo en el tráfico de productos a espaldas de los porteadores con el consecuente riesgo latente para estas personas –pese a la Coordinación de los Polígonos y la Policía Nacional– y el establecimiento de zonas de seguridad que restringen el acceso a los almacenes durante el horario de actividad del puente. Por este motivo, los empresarios solicitaron formalmente el cierre del Biutz hasta que se produzca la apertura del ‘Tarajal II’. Un planteamiento al que la Administración General del Estado, hasta el momento, no ha accedido.
Los contactos con Marruecos, encaminados a la activación del paso pendiente de inauguración, se han ido produciendo regularmente tanto desde la Delegación del Gobierno como desde el Ministerio del Interior. El propio Jorge Fernández Díaz, en declaraciones a este periódico, explicó que propuso en 2014 a su entonces homólogo marroquí agilizar la obra del ‘Tarajal II’ para modernizar y humanizar, dentro de lo posible, el paso de los porteadores hacia el país vecino. En aquel encuentro en París, tomó buena nota de la petición del ministro y se comprometió a impulsar este asunto de vital importancia para el tránsito fronterizo. Sin embargo, la sintonía entre ambos países, a diferencia de en otros dilemas comunes como la inmigración o el yihadismo, parece avanzar a distinta velocidad en lo que respecta al comercio transfronterizo.
Los 4 ejes del aplazamiento de la apertura del 'Tarajal II'
Atrasado por el acondicionamiento del lado marroquí
Ya en diciembre de 2013, la Delegación del Gobierno, con Francisco Antonio González al frente, anunció que la apertura del ‘Tarajal II’ tendría lugar en enero de 2014. El entonces titular del Gobierno de la Plaza de los Reyes consiguió que la Administración se rascase el bolsillo en época de crisis para atender las demandas de empresarios, fuerzas de seguridad y amplias capas de la población. Un plazo que nunca llegó a cumplirse.
A partir de ese momento, la versión oficial fue que, una vez concluida la obra en el lado español, quedaba pendiente que Marruecos adaptase su parte fronteriza a la nueva infraestructura. Los remates consistían en derribar un muro y asfaltar el extremo de los carriles que se adentran en tierra alauí. Los meses pasaron y las actuaciones se demoraron, en una ocasión, porque los trabajadores se derivaron a otra obra en el entorno fronterizo. En ese impasse, la Delegación incorporó unas vallas para canalizar a los porteadores en la entrada. En septiembre, González volvió a visitar el paso ante su activación inminente. Estimaciones que, un mes más tarde, consideró arriesgado volver a ofrecer ante los incumplimientos.
Pospuesto tres veces por la OPE 2014, 2015 y 2016
Las complicaciones derivadas de la Operación Paso del Estrecho (OPE), por la afluencia de personas y la reordenación del dispositivo de las fuerzas de seguridad a ambos lados de la frontera, siempre ha sido el argumento esgrimido hacia mediados de los últimos tres veranos. La puesta en marcha del ‘Tarajal II’ se marcaba después del 15 de septiembre, pero la intención nunca llegaba a buen puerto. Tanto con Francisco Antonio González como con Nicolás Fernández Cucurull en la Delegación del Gobierno, la reanudación de las negociaciones se fijaba cuando finalizase la OPE.
Coincidiendo con el inicio de su mandato tras el fallecimiento de González, Fernández Cucurull anunció que Interior tendría una base de datos de los porteadores previa a su identificación facial, un sistema con el cual el Gobierno esperaba “agilizar” el tránsito en la frontera. Una medida de la que se tienen escasos datos pese a que la inauguración del nuevo paso parece mantenerse en un horizonte no muy lejano.
La espera de las vallas antiavalancha en el Tarajal
El año 2015 se despidió como los anteriores: con la promesa de abrir el ‘Tarajal II’ lo antes posible. La problemática fronteriza –los atascos y los tumultos por la multiplicación de la población dedicada a portear– se recrudecía y las partes implicadas se preguntaban a qué esperaban las administraciones para aplicar la panacea en forma de nuevo paso de mercancías.
Ya en enero del año pasado, la Ciudad Autónoma asumió que tendría que responsabilizarse de una serie de obras que, quienes planificaron el proyecto, pasaron por alto hasta que el SUP advirtió del peligro que entrañaba la ausencia de vallas antiavalancha. Sin embargo, no fue hasta septiembre cuando el proyecto salió a licitación y, en diciembre de 2015, la fecha de adjudicación. Las complicaciones surgieron cuando el recurso de un licitador paralizó el inicio de las actuaciones hasta que, en mayo de 2016, éstas comenzaron. Desde entonces, y pese a estar terminadas, los aplazamientos han sido prácticamente mensuales hasta hoy.
Celebradas las elecciones, ¿cuándo será la reunión operativa?
La Delegación del Gobierno anunció a finales de septiembre la enésima prórroga a la entrada en funcionamiento del paso llamado a sustituir al puente del Biutz. La representación de la Administración General del Estado indicó que, tras la celebración de las elecciones legislativas en Marruecos del día 7 octubre, ambos gobiernos “continuarán manteniendo” contactos bilaterales de cara a la apertura del nuevo paso de mercancías en la frontera de Ceuta.
Pasados los comicios en el país vecino, la representación de la Administración General del Estado en la ciudad autónoma avanzó que se podrá celebrar una “reunión operativa” para determinar la fecha de apertura de las nuevas instalaciones. El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) resulto vencedor de las elecciones con 125 de los 395 escaños en juego, 18 más que hace cinco años, según datos oficiales y definitivos difundidos por el Ministerio del Interior. Ya esta semana, Mohamed VI nombró como jefe de Gobierno durante los próximos cinco años a Abdelillah Benikrán. Habrá que esperar ahora a conocer si el comercio transfronterizo con Ceuta es una de las prioridades para el nuevo Gobierno.