La situación en que se encuentran las escasas naves del Sardinero que aún siguen en pie se ha denunciado en multitud de ocasiones. Incluso el asunto llegó a ser abordado en una sesión plenaria, de la que salió el compromiso de obligar a un control sobre las mismas para no permitir que la desidia continuara. Pero nada ha cambiado. Ayer Bomberos tuvo que volver a intervenir en el lugar, sofocando las llamas ocasionadas por el asentamiento de personas que ha convertido este lugar en su hábitat. Duermen al lado de montañas de basura, hacen fuego en su interior con el peligro que esto supone y allí conviven no solo adultos, sino también menores y, como ayer se comprobó, una adolescente. La Policía Nacional actuó, pero son meros parcheos porque no se toma una decisión fija y permanente en torno a este lugar, sobre el que las autoridades deben posicionarse exigiendo la adopción de medidas urgentes. Dentro de los barracones puede suceder de todo sin que nadie se dé cuenta: desde abusos de todo tipo hasta delitos varios, además de que se está ante un problema de salud pública por la gran cantidad de basura que hay y que no ha sido retirada. La Administración no puede mirar hacia otro lado, mucho menos cuando las consecuencias de esta problemática se repiten en el tiempo, son permanentes y se convierten en insoportables. Después de lo ocurrido ayer habrá que tomar una decisión porque lo contrario supondrá la visibilidad de una inacción que puede erigirse en un mal ejemplo para la ciudadanía y vecinos cercanos.
Cosas de Juanito vivas, muy fácil, al dueño de la parcela se le da un ultimátum sobre ése solar, con la falta de terreno para viviendas no podemos permitir este "lujo" expropiación y viviendas para los ceutíes, eso sí, de gratis nada el que quiera vivienda que la pague