Una falsa alarma había desplazado a los efectivos de la Policía Nacional hasta el centro comercial Parque Ceuta, que se encuentra a escasos metros de la sucursal atracada en el día de ayer.
Al parecer, una persona vio a un hombre cuyas características coincidían con el retrato robot. Entonces, los efectivos policiales acudieron al centro comercial y desplegaron un dispositivo para buscar al atracador.
Varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía acordonaron la zona equipados con fusiles de asalto y chalecos antibalas, mientras otros entraron al centro comercial junto al personal del banco para identificar a la persona que habían señalado como posible autor de los hechos. Al final se trataba de una falsa alarma ya que la persona que sin querer había levantado la sospecha no se correspondía con el atracador.
Al dar por finalizada la operación en el centro comercial Parque Ceuta, los agentes de la Policía Nacional acompañaron al personal del banco a la Comisaría, donde prestaron declaración por lo ocurrido.
La llegada de los efectivos policiales al centro comercial había alertado a las personas que estaban realizando sus compras y a las que se encontraban tomando un aperitivo en el bar de la entrada. “¿Qué habrá pasado? No sé pero algo gordo tiene que ser para haber tantos policías”, decían dos amigos al salir de estas instalaciones.
Otro de los lugares a los que se acudió para intentar dar con el atracador fue al Centro Penitenciario de Los Rosales, siguiendo así el protocolo habitual de estudiar a los internos que están disfrutando de un permiso el día en que se produce un atraco. Esta operación se hace siempre que ocurre algo similar sin sospechar de nadie.
Buscando pistas
Tensión máxima
Los efectivos de la Policía Nacional se dirigieron hacia el centro comercial Parque Ceuta debido a que habían visto a una persona cuyas características correspondían con las que se iban dando del atracador. Finalmente se comprobó que no era la persona que se estaba buscando.
En la cárcel
Los agentes pidieron también una relación de los presos del Centro Penitenciario de Los Rosales que estaban disfrutando de un permiso en la jornada de ayer, siguiendo así el protocolo utilizado en estos casos.
Los agentes de la policía científica se dirigieron al lugar de los hechos nada más conocer la noticia. Los agentes comenzaron a tomar pruebas de las huellas que había en la puerta de entrada a la sucursal bancaria y a tomar fotos de las mismas. Mientras, los demás policías hablaban con los empleados del banco, los únicos testigos presenciales de los hechos. Ni las personas que estaban en el bar que se ubica junto al banco se dieron cuenta de lo ocurrido.