Combinando divertidos dibujos y sintéticos resúmenes de la historia caballa, la repasan a través de láminas para el público infantil y juvenil
Objetivo: contar la historia de Ceuta de forma muy resumida a la par que divertida. “La idea es que tanto niños como adultos, pues en algún momento todos los ceutíes hemos tenido curiosidad, conozcan detalles sin apenas realizar esfuerzo”, explica el maestro Carlos Vicente, principal impulsor de Historia de Ceuta para Jóvenes. Dentro de las Jornadas de Patrimonio, ayer se inauguró la exposición de 21 láminas que dan buena cuenta de lo que será el futuro libro que, en el plazo aproximado de un mes, publicará la Consejería de Educación, Cultura y Mujer con este material. En total, la publicación contará con más de una treintena.
Pero, ¿qué tipo de cosas se pueden aprender con este peculiar compendio histórico? Vicente nos pone un ejemplo: “El monumento que está en la Plaza de África, de la Guerra de África, pues muy poca gente sabe por ejemplo que los soldados que lucharon, en su mayoría, no murieron por las balas de los enemigos, sino por cólera”. Entonces entra en juego el humor, nos acercamos hacia la lámina correspondiente y, ¿qué encontramos? Tres soldados. Uno está bien, perfectamente, pero los otros dos están hechos un desastre. Y es que esas eran las estadísticas. “Esa era la estadística de la guerra, uno moría por bala y dos por cólera”, concluye.
Hace tiempo que, originariamente, nació la idea. Pero luego evolucionó. “No solo hay láminas, sino también fotografías históricas”, apunta Vicente, “los dibujos los ha hecho Francisco León, mientras que el diseño gráfico lo ha hecho mi hermano, Juan José Vicente, y yo he coordinado la idea”. Un trabajo en equipo en el que cada cual ha aportado algo. El dibujante, por ejemplo, ha tratado de lanzar constantes guiños al emblemático y admirado Mingote. “He tratado, salvando las distancias, de imitarle porque tenía la maestría de resumir en dos esbozos cualquier situación”, explica León, “una gran capacidad de síntesis con la que conseguía unas críticas muy acertadas y peliagudas”. Un estilo que le viene como anillo al dedo a esta idea en donde, lo primordial, ha sido imprimirle ligereza y desenfado porque... ¿cuántas veces han cogido un libro de historia y se han quedado medio adormilados con él entre las manos? Con éste no les pasará. “Hemos querido que sea muy ameno, de principio a fin”, señalan Vicente y León.
Guiños constantes, como en la lámina que explica cómo se descubría hace siglos a un preso que se había escapado en la que el protagonista es un policía estirando de la barba postiza de un viandante. “Todos los presos, excepto los filipinos, porque a ellos se les veía de lejos, tenían la obligación de llevar tanto la barba como el pelo rasurado, así que en cuanto en la calle se descubría a alguien con una barba postiza era indicativo de que era un preso que se había escapado”, comenta Vicente. Más de una treintena de episodios traídos a nuestro tiempo de la manera más lúdica que se puede imaginar. Hasta el viernes la exposición permanecerá abierta en la entrada del Salón de Actos del Palacio Autonómico. Tan solo invertirán diez minutos de su tiempo pero, a buen seguro, saldrán con una sonrisa.
Desde Agustina de Aragón a La Legión o Regulares
¿Cómo se realizó la construcción de las Murallas Merinidas? ¿Qué hito se recuerda del paso por Ceuta de Agustina de Aragón que, según cuentan las crónicas, con 67 años (de la época) se vistió con su uniforme de Artillería, se subió al Hacho y, ella solita, consiguió parar un motín de los que eran tan habituales entonces? Y la creación de Regulares, ¿cómo fue? Estas son algunas de las preguntas que responden las láminas diseñadas por los hermanos Vicente y el dibujante Paco León para dar forma a una historia de Ceuta que todavía no se había elaborado.